Glen Schofield se marcha definitivamente de Activision. El creador de Dead Space llegó a la compañía para aportar peso a la franquicia Call of Duty al mando de un nuevo estudio, Sledgehammer Games, pero desde la publicación de su último trabajo, WWII, ha ido rebajando su implicación. En febrero dejó el equipo y ahora se va de la empresa.
Schofield ha anunciado personalmente esta decisión en su cuenta de Twitter para agradecer estos años en Activision, en los que se ha hecho cargo de tres títulos de la saga: Modern Warfare 3, Advanced Warfare y el reciente WWII que devolvió a la franquicia a las Segunda Guerra Mundial y también a la senda del crecimiento en ventas. Ha contado que de momento se tomará unas vacaciones, pero que después volverá con "otra cosa muy ilusionante".
Veremos si se monta su propio estudio, como han hecho tantos otros en los últimos años, o si prefiere sumarse de nuevo a una gran compañía que le asegure el presupuesto necesario para hacer un juego AAA.