La gran controversia despertada esta semana respecto al gigante de los juegos sociales King y sus marcas registradas está quedando bien documentada (si te has perdido, puedes empezar por aquí y tirar del hilo), mientras que las acciones y reacciones de los implicados están provocando declaraciones, denuncias o críticas de otros tantos desarrolladores de videojuegos. El último que se ha pronunciado ha salido prácticamente del anonimato para acusar con pruebas a King de copia y doble rasero.
En resumen, King ha estado registrando marcas o intentando detener diversas solicitudes de registro de marca para proteger sus franquicias (principalmente Candy Crush Saga) de posibles copias aprovechadas. Esta justificación de sus acciones recientes (incluyendo el intento de bloquear legalmente al reducido estudio indie Stoic para que no pudieran registrar su título The Banner Saga, pese a no compartir ni el mismo espacio) ha provocado que el desarrollador Matthew Cox eleve la voz para contar la experiencia que según dice vivió con King hace un tiempo.
La historia completa queda publicada aquí, pero básicamente Cox asegura que él y su estudio presentaron su juego Scamperghost a King en 2009. El equipo indie afirma que antes de quedar firmados los contratos recibieron una oferta mejor de otra publicadora y decidieron seguir con ellos, ante lo que, siempre según Cox, King decidió contratar a otro estudio para copiar rápidamente su propuesta.
El resultado, Pac-Avoid, se lanzó sobre las mismas fechas que Scamperghost, y Cox pone sobre la mesa varios e-mails para respaldar sus acusaciones, incluyendo correspondencia con el estudio que desarrolló el supuesto 'clon' Pac-Avoid y que explica que Lars Jörnow, de King, les contrató expresamente para copiar el juego y sacarlo antes al mercado.
Cox relaciona su vivencia con la polémica de esta semana y concluye su mensaje de esta forma:
"King.com, sin embargo, no tuvo ningún respeto por la propiedad intelectual de otros cuando hicieron una copia directa y descarada de Scamperghost. Ahora registran la marca 'Candy' y usan su enorme poder legal contra otros pequeños desarrolladores de la competencia. Un poco de doble rasero, ¿eh?"