Análisis de la placa Asus TUF Gaming B650-Plus WIFI

Normalmente existe una gran confusión respecto a las diferencias entre los chipsets AMD, pero en resumen, las principales son el número de carriles que tienen sus puertos PCIe, lo rápidos que son y para qué se pueden utilizar. Los fabricantes tienen una gran libertad a la hora de elegir qué incluir y qué dejar fuera, pero el chipset B650 garantiza un puerto PCIe 5.0 de 4 carriles para uno de los controladores NVMe. No garantiza uno para la tarjeta gráfica, pero no es necesario porque un puerto PCIe 4.0 de 16 carriles es suficiente para soportar hasta una RTX 4090. Además, no se espera que la próxima generación de gráficas alcance el límite máximo de ancho de banda proporcionado por el PCIe 4.0 (ya que el PCIe 3.0 de 16 carriles no se ha utilizado plenamente hasta la generación de gráficas más reciente), así que es una opción más que razonable para quien quiera ahorrar.

Y es que últimamente ahorrar se ha vuelto muy necesario, porque aunque los precios de las placas base para la serie Ryzen 7000 de AMD ya eran bastante caros cuando salieron al mercado, el hecho de que solo se pudieran adquirir placas base «extremas» (por ejemplo, algo diseñado para el overclocking extremo) no ha sido de ayuda. Sin embargo, unos pocos afortunados tratan de venderlas a un precio más elevado.

La TUF Gaming B650-Plus WIFI tiene un precio completamente diferente: la más barata que encontré costaba unos 248 euros. Este precio resulta adecuado porque AMD ahora ha cambiado a LGA (es decir, los pequeños pines que conectan el procesador y la placa base ahora se encuentran en la placa base), lo que hace que su producción sea mucho más cara.

La placa es completamente negra, con detalles naranjas e insignias de TUF. En mi opinión es bonita, quizá a algunas personas les parezca que está un poco inspirada en los años 2000, pero esa es la estética que la serie TUF ha tenido durante muchos años. A mi no me importa, porque resulta bastante sutil. Sin embargo, recomendaría utilizar un disipador negro para que combine. Incluso los disipadores de calor VRM son completamente negros: hay muchos y son bastante grandes, pero no te das cuenta de ello. Es agradable disponer de un diseño que aproveche la superficie al máximo. Incluso los disipadores NVMe son casi ridículamente largos, pero al menos aseguran que se mantenga la temperatura adecuada. No tiene un procesador de 2x8 pines, sino de 1x8 pines + 1x4 pines, pero está ahí y es suficiente.

Hay un puerto USB-C en la parte trasera de la placa base, que pensaba que estaría vacía. Tiene wifi 6E y fases de alimentación 12 + 2 de 60 amperios, que son más que suficientes para alimentar incluso a un TDP de 230 vatios como el Ryzen 9 7950X, cuyas especificaciones indican que es de 170 vatios, pero según nuestras pruebas puede alcanzar mucho más. También tiene LAN de 2.5G, además de espacio para un conector de ventilador AIO y tres sensores de temperatura. Incluso tiene un conector USB-4 Thunderbolt oculto, si te fijas bien. No es lo que yo esperaba ver en una placa base barata y básica.

Tiene tanto puerto HDMI como DisplayPort, dos puertos USB-C, un puerto Gen 1 y otro Gen 2x2, dos puertos USB 3.2 y cuatro USB 2.0. También dispone de una salida completa para los puertos de audio. Lo único que echo en falta es un puerto óptico. Habría estado bien que tuviese también una batería CMOS, pero al menos tiene un botón BIOS Flashback. A diferencia de lo que solemos ver, no tiene dos ranuras de RAM, sino cuatro, como es habitual en la DDR5.

En el interior hay todo lo que puedas necesitar: dos conectores frontales USB y uno USB-C, tres conectores ARGB, un conector especial para una tira de luces RGB, cuatro conexiones SATA, cuatro USB 2.0 frontales y tres PCIe para conectar controladores NVMe, dos de ellos con velocidad 4.0x4 y el tercero 5.0x4. En mi opinión, creo que aún queda bastante tiempo hasta que salgan juegos que puedan utilizar la interfaz al completo, pero siempre está bien tener acceso a las últimas tecnologías. Además, han elegido (con muy buen juicio) utilizar bordes de metal reforzados alrededor del puerto de la tarjeta gráfica y material antiestático en la mayor parte de los puertos.

Incluye algunos cables, tornillos y espaciadores para M.2, una antena de wifi y pegatinas. Siempre viene con las pegatinas, pero la verdad es que no he visto a nadie usarlas. También es verdad que tengo unos diez o quince años más que el público objetivo al que van dirigidas.

Los menús de la BIOS creados por Asus siempre han sido fáciles de entender y de usar, y este no es una excepción. Un acceso sencillo al overclocking es primordial y todos los ajustes esenciales se encuentran a la vista. Incluso hay un modo de ahorro de batería. Si no quieres utilizar la BIOS, también puedes emplear el Armoury Crate de Asus. Podría estar mejor diseñado estéticamente, pero funciona y se puede usar para acceder a gran parte de los ajustes. De hecho, no veo por qué en 2023 tendrías que acceder a la BIOS, pudiendo acceder a todo a través de aplicaciones de Windows, reiniciar y continuar tranquilamente. Incluye otras herramientas como la cancelación de ruido por IA para el audio, circuitos de seguridad para cada conector de ventilador y otros detalles que resultan pequeños extras, como un socket con pines sólidos y refuerzos de metal para todos los conectores de PCIe.

Es bastante sencillo trabajar con la parte inferior de la placa base, ya que las aletas de enfriamiento no son afiladas, aunque sí sólidas y puntiagudas. Hay mucho espacio entre los distintos conectores y da la impresión de que alguien ha probado realmente a montar un ordenador, porque las aletas de enfriamiento descienden hacia la CPU en forma de cono, haciendo que resulte muy sencillo montar el procesador y los disipadores. La parte trasera está compuesta de puntas redondeadas soldadas, así que no te las clavas como ocurre en muchas otras placas base de calidad superior.

Para un uso corriente, con un par de controladores NVMe y un par de SSDs, una nueva tarjeta gráfica y un nuevo procesador AMD 7000, no hay nada que falte en cuanto a opciones y posibilidades. Las personas que quieran jugar a videojuegos no echarán nada en falta. Además tiene muy buen precio, ya que por menos de 600 euros puedes obtener un pack muy adecuado, junto con un procesador Ryzen 7600X, que podría ser el corazón de tu sistema durante muchos años.