Análisis de los pedales Asetek Simsports Invicta

Se ha hablado mucho sobre el primer producto de simracing de los expertos en refrigeración de agua daneses Asetek. En muchas ocasiones, Asetek ha rechazado todas las alternativas de sus competidores disponibles en el mercado, alegando que no transmiten la misma sensación que los pedales de un coche de carreras real, o que contienen líquido de frenos, una sustancia corrosiva y por tanto "peligrosa" para meterla en casa. Los daneses se habían referido a los demás pedales del mercado como "juguetes", lo que había hecho que las expectativas sobre sus pedales premium estuvieran por las nubes.

El objetivo durante el desarrollo y la fabricación de estos pedales ha sido siempre el ofrecer una óptima sensación de frenado, según Asetek, basada en la rigidez y en un movimiento mínimo del propio pedal. El freno se desplaza como mucho unos 20 milímetros, que es poquísimo si se compara con, por ejemplo, Fanatec CñubSport V3 o Heusinkveld Sprint, y la sensación de frenado se consigue con la ayuda de la ya patentada tecnología "Thorp" ("Twin Hydraulic Opposing Rapid Pistons"), que consiste en un cilindro hidráulico con pistones dobles que hace que el freno esté duro como una piedra. Incluso instalando los elastómeros de caucho más blandos y con la menor resistencia posible programada en el software de Asetek, el freno de los Invicta está durísimo, pero sigue siendo sensible y realista si se compara, por ejemplo, con el Porsche Cup GT3 real que probé el año pasado en un circuito.

En Gamereactor usamos los pedales Heusinkvelds Ultimate Plus con el freno configurado al 90% de presión máxima, lo que hace que esté muy duro. Pasar al freno de los Invicta de Asetek, voluntariamente duro como una piedra, no ha sido por tanto un cambio tan grande, y nos hemos acostumbrado a ello en menos tiempo de lo que habría tardado, por ejemplo, alguien que viniera de usar los Thrustmasters Pro Pedals o los Fanatec V3. El freno de los Invicta es una pasada. El poder reemplazar los elastómeros de caucho sin tener que recurrir a herramientas (puede hacerse todo con las manos) es una solución muy inteligente, y el sistema Thorp cumple con su función. El freno ofrece una precisión increíble y para mí ha sido fácil frenar gracias a la memoria muscular, sin acabar bloqueando las ruedas o saliéndome del circuito. Muchos fans del simracing creen que el freno es el más importante de los tres (o dos) pedales, y por supuesto esto es así por muchas razones, y en esta ocasión los daneses Asetek lo han clavado. ¿Es el freno Thorp mejor que el de Heusinkveld Ultimate Plus? No. Si se ajusta bien, el de Heusinkveld puede ser igual de bueno, y este es el mayor halago que Asetek va a recibir por mi parte.

Todo lo demás no ha logrado impresionarme, por desgracia. Para empezar, no me gusta el reposapiés ni su diseño. Asetek ha decidido que cualquiera que compre sus productos va a tener que conducir con zapatillas, cosa que yo rara vez hago. Aunque a veces conduzco calzado, en general uso los calcetines de Sparco para simracing, cuya parte inferior está recubierta de goma, y no funciona bien con estos pedales. A no ser que no te importe arrancarte la piel de las plantas de los pies, claro está. La superficie estriada del acero del reposapiés y el agresivo diseño con agujeros de los pedales hacen que sea imposible usar Invicta sin zapatos. Un gran inconveniente para mí.

Otro inconveniente en mi opinión es el hecho de que Asetek haya decidido que los pedales solo tengan una posición en cuanto a espacio e inclinación se refiere. Es bastante raro cuando estamos hablando de unos pedales de casi 1.200 € (para tres pedales y reposapiés). Lo que yo quiero es poder ajustar la inclinación de los brazos del pedal, y alejar un poco el freno del acelerador para evitar estar sentado con las rodillas pegadas una con otra. Y esto aquí no es posible. Que no sea posible en pedales de Logitech, Thrustmaster o incluso de Fanatec es una cosa; esos sets cuestan unos 150€, mientras que los Invicta cuesta tanto como los Heusinkveld Ultimate Plus, que pueden ponerse en diversas posiciones.

Aparte de eso, no tengo muchas cosas buenas que comentar sobre el acelerador. Tras solo unos minutos probando los Invicta, resulta más que obvio que Asetek ha puesto todos sus esfuerzos en el freno y ha ignorado por completo cómo transmitir una buena sensación con el otro pedal. Teniendo en cuenta que no puedes separar los pedales ni reemplazar el acelerador con el de otra marca, me cuesta mucho encontrar razones para recomendar este set. El acelerador es blando y parece de juguete, sobre todo si se compara con el de los Heusinkveld Ultimate Plus, que son el principal competidor de Asetek. La base, si decides comprar solo los Invicta con freno y acelerador (890€), es muy estrecha y puede resultar incómoda para los que tengan los pies grandes. Incluso aquí, Heusinkveld lo supera con los fantásticos Ultimate Plus. Para acabar, me gustaría dejar también una pequeña crítica a la persona a la que se le ocurrió la idea de poner luces LED. Es verdad que pueden apagarse, pero resultan una incorporación un poco extraña en unos pedales de metal cuyo objetivo, según el fabricante, es imitar a la perfección la apariencia y la sensación de un coche de carreras real.

No dudo de que Asetek comparte las aspiraciones de las carreras reales, a las que en cierto modo está acostumbrado, y seguramente eso se traducirá en nuevos y fantásticos productos para el mundo del simracing. Sin embargo, es imposible cerrar los ojos e ignorar los problemas que presentan los pedales Invicta, que pese a la calidad del freno, son una alternativa mucho peor que su competidor más directo. Para que Invicta llegue a gustarme, se necesitaría un diseño y un planteamiento diferentes. Sería suficiente con pedales que puedan quitarse y moverse, brazos ajustables, superficies hechas para gente que quiera conducir sin zapatos y un acelerador mucho mejor. Tal y como está ahora, estos pedales me parecen mediocres en general, y no merecen el elevado precio que tienen.