Análisis del mando Astro C40 TR

El boom de los mandos de calidad para consola en los últimos años ha sido espectacular. Acostumbrados en el pasado a que cada periférico fuera más barato, sí, pero generalmente peor que los oficiales, la expansión del juego competitivo ha abierto un mercado que no deja de crecer. En los últimos tiempos os hemos traído varios modelos, desde los externos como la serie Nacom Revolution Pro a los first-party como el Xbox One Elite Series 2. Atención al que os traemos hoy.

Astro, el fabricante de periféricos orientados a consola que forma parte de la familia Logitech, ha decidido dar el salto de los headsets, su zona de confort, a los mandos. Con el modelo C40 TR para PlayStation 4, se mete en el terreno de los Scuf, Thrustmaster, Razer o el citado Nacom, y lo hace apuntando muy, muy alto. Porque para este debut han puesto a la venta un producto extraordinariamente completo, que ya desde el exterior destila calidad con su caja y empaquetado. Más le vale, porque su precio también roza la estratosfera; cuesta casi lo mismo que una Nintendo Switch Lite.

Empezamos por el final, por la conclusión. Y es que no nos da ningún reparo decir que este </strong>Astro C40 TR es el mejor mando para PS4 que hayamos probado nunca</strong>.

El diseño de este modelo se puede definir por oposición a lo habitual, a lo que presentan marcas como eSwap o Scuf. Es fantástico. Tenemos la sensación de que los creadores no han dudado en inspirarse es un modelo muy bien valorado como es el Elite Series de Microsoft. Al cogerlo transmite sensación de que los materiales son de calidad y va a ser duradero, y el exterior está rematado con una goma que no solo aporta mejor sujeción, también hace que sea más cómodo en las manos. La conexión, pues se puede jugar con o sin cable, es por la parte superior.

Es, por otro lado, un mando grande, de los más voluminosos que hay disponibles para PS4, lo que supone un contraste con los modelos oficiales de Sony. Pero es más bien algo de percepción, porque en dimensiones son apenas unos milímetros. Este rasgo es una advertencia para quienes tengan los dedos más bien cortos o para quienes estén pensando en ofrecérselo a un niño, porque no va a usarlo a gusto.

El C40 TR ofrece toda la botonera y los sticks propios de un DualShock 4, y puedes colocarlos exactamente en el mismo orden. También cuenta con el trackpad en la parte central superior y el botón PS justo por debajo. Además, añade dos botones programables extra. Decíamos que la distribución puede ser la misma, o no, pues los sticks y el D-pad son configurables para que cada usuario los coloque como quiera. Nos quedamos especialmente con la cruceta, pues en tiempos en los que se cuestiona cómo son las de muchos fabricantes (especialmente las de Nintendo), estamos ante un modelo brillante. Jugando a Street Fighter IV teníamos la sensación de tener más control de lo normal sobre los combos. También nos hemos visto muy ágiles con los sticks en los juegos de acción como Overwatch y Apex Legends.

En cuanto al software, destaca por la sencillez con la que se programan y después calibran los botones que puedes configurar. La presentación es muy clara para que cualquiera entienda qué es lo que está retocando en cada caso y cómo puede afectar a las partidas, con varios perfiles para guardar.

No nos encontramos con ninguna pega respecto al Astro C40 TR hasta que estamos en la caja a punto de pagar, momento en el que merece la pena plantearse si es tan, tan bueno como para que cueste ese extra. Son unos 60 euros más que el Razer Raiju Tournament Edition y prácticamente están a la par. Pero este sigue un puntito por encima, así que quieres lo mejor en PS4, ya sabes.