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Análisis del MSI GS66 Stealth

MSI renueva su portátil gaming con CPU Intel de 10ª generación, pantalla a 300 Hz y novedades más sutiles. Es el GS66 Stealth.

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Sí o sí, iban a llegar portátiles un tanto distintos con las nuevas CPU Comet Lake de Intel. Hay que añadir que la adaptación de pantallas con velocidad de refresco más elevada y también la adaptabilidad de las versiones Super de las tarjetas gráficas de Nvidia. En esa conjunción aparece el GS66 Stealth de MSI, un portátil que tiene todo lo que pides, sobre el papel.

Bajo su carcasa metálica completamente negra carga, según configuración, lo mejor de lo mejor. CPU Intel Core i9 10980HK, GPU Nvidia GeForce RTX2080 Super Max-Q, 32 GB de RAM DDR4 y un disco sólido de 2 TB NVMe marca Samsung. Efectivamente, la gráfica es de diseño Q-Max, así que va a dar un poco menos de rendimiento a cambio de un tamaño más ajustado y, lo más importante, mantener la temperatura en su sitio. Incluye además Win Pro.

El color negro mate consigue que sea muy formal y discreto, haciendo honor a su nombre. Tiene un toque muy agradable, industrial pero suave. Sin pantallas extra ni superficies táctiles, el trackpad es lo más llamativo de su parte baja, aunque no quedamos con lo bien que se usa. De su aspecto lo más chirriante es esa pedazo bisagra, que parece no tener ningún otro propósito que ponerte en la cara el pedazo de logo de MSI, además de cuadrar el tamaño de la parte principal y de la tapa.

Presumen los tests de que el procesador i9 de décima generación aumenta en un 50% el rendimiento gracias a sus dos núcleos extra y al turbo de 5.3 GHz de reloj en un solo núcleo. Es mucho cambio respecto al i7-9750H que venían empleando los portátiles habitualmente hasta el año pasado.

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Miremos su pantalla de 300 Hz

MSI ha optado por un panel de 300 Hz, quizá porque los de 240 Hz ya se les quedaban pequeños. En realidad es un detalle, porque si el salto de los 144 a los 240 Hz ya fue notable, al llegar a esta nueva cuota todo es mucho más aparente.

Ofrece varias configuraciones de color gracias a su sistema True Color, y aunque la cosa aquí va por gustos, algo que resalta especialmente las áreas oscuras es mejor para el gaming. Alcanza los mejores niveles de color, contraste y profundidad de negro vistos en paneles TN, pero no compite con un IPS auténtico. Aún así, la proporción y compensación es muy alta.

En cuanto a su batería, es de 99,9 vatios hora y, como ya ha ocurrido en otros modelos, se queda ahí por la legislación de aviación. Consigue irse más allá de las cinco horas en uso corriente, pero ni en sueños si es para jugar Lo más sorprendente es lo relativamente pequeño que es el transformador, acostumbrados a los bloques horribles de los portátiles gaming de hace tan solo un par de años. Al final se queda en 2,1kg, lo justo como para que MSI lo llame "ultra-portable".

En la refrigeración es parte del truco. Atrás queda el Cooler Boost de siempre, pues ha llegado la nueva versión, Trinity+. Utiliza aspas minúsculas en su juego de tres ventiladore, combinados con una entrada de aire fresco bajo el chasis y siete tubos de retirada de calor desde la CPU y la GPU.

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Presume mucho de calidad de sonido en su publicidad, y el que el GS66 Stealth incorpora unos altavoces dipolo estéreo con un diseño de amplificación que logran una acústica de mucha mayor calidad que la gran mayoría de portátiles. Cierto, el listón está muy bajo, pero MSI y Dynaudio han logrado implantar un sistema que por fin alcanza unos estándares dignos. A lo que hay que añadir una salida de auriculares muy potente para este tipo de equipos, con soporte nativo hasta 24 bit / 192 Khz.

También ha contribuido en este nuevo modelo SteelSeries. Tiene un tacto muy bueno, con teclas de recorrido corto y respuesta rápida. Además, llega con todo lo que acostumbran los productos de esta marca, como RGB por tecla, muchas configuraciones y adaptación a multitud de juegos y géneros. Ah, y también a la música, para quien busque tener una bola de discoteca entre la manos. De un teclado de portátil gaming siempre hay que analizar si se caliente y se vuelve incómodo; en este caso se nota algo la temperatura, pero no como para tener que preocuparse.

Si estamos hablando de un tope de gama no puede faltar un puerto Thunderbolt 3 para cargar la batería con conexión USB-C, pero ojo porque no puede estar conectado por esta vía y por su adaptador a la vez. También ofrece puertos no-Thunderbolt USB 3.2 USB-C, tres USB 3.2-A, Bluetooth 5, Ethernet y HDMI. De este último, que será nuestro apoyo a falta de display-port, no se especifica su modelo pero podemos corroborar que soporta monitores 4K a 165 Hz, así que probablemente sea HDMI 2.0 y no 2.1. Con WiFi 6 y Killers xTrend, hemos jugado en línea sin prácticamente nada de degradación en la conexión.

MSI GS66 Stealth

Software y benchmarks

El corazón preinstalado del MSI GS66 Stealth es, como siempre, la app Dragon Center. Siempre cumple, aunque nos ha dado unos cuantos problemas con el driver de Intel Storage. Para quienes no lo conozcan, este software tiene todas las herramientas de monitorización del equipo que necesites, el punto en el almacenar y cambiar perfiles (punto en el que siempre hay que acoplar bien con los niveles de energía de Windows).

A la hora de jugar no dudamos en subirlo a Rendimiento Extremo, y en el de la batería, a Super Batería. El gran misterio era comprobar cómo casan la mejora de potencia y el nuevo panel, que es más exigente que nunca. Partiendo de la base de que estamos en RTX MAX-Q, la diferencia de fps entre un panel 144 Hz y este 300 Hz sí se nota en configuraciones bajas pero es de apenas 1 fps en calidad ultra.

En cuanto a ruido y temperatura, digamos que las CPU Intel de 10º generación se calientan bien. Mucho, y eso provoca que los modelos más finos sufran. Y como este va camino de serlo, está en el borde de ser algo a tener en cuenta, aunque no llegue a ser un impedimento para su uso. Mientras que la GPU se mantuvo casi siempre en torno a los 50º y nunca se fue más allá de los 70º, la CPU ya rozaba los 60º en modo inactivo y llegó hasta los 97º dándole caña.

Estos calentones requieren que el sistema de refrigeración se ponga a trabajar cuando antes, lo que equivale a ruido. El modo silencioso es lo que promete, pero si configuras en Extremo, incluso en modo ausente alcanza unos 26,1 decibelios, que no es poco. Cuando se pone a lo turbina llegamos a captar 44,6 dB, que sin ser de lo peor que nos hemos encontrado, ya es molesto.

Pasamos a los tests de rendimiento. Todos los benchmarks son a resolución 1080p y 300 hercios. Estos son los resultados:

Assassin Creed Odyssey:
Ultra: 57 FPS
High: 77 FPS
Medium: 88

Far Cry 5:
Ultra: 102 FPS
High: 109 FPS
Medium: 115

The Division 2
Ultra: 71 FPS
High: 92 FPS
Medium: 115

Total War: Warhammer 2
Ultra: 71.5 FPS
High: 82.2 FPS
Medium: 116.5

Middle Earth: Shadow of War
Ultra: 96 FPS
High: 121 FPS
Medium: 152 FPS

Red Dead Redemption 2
Ultra: 73.1 FPS

3D Benchmark, synthetic score
Time Spy: 7461
Time Spy Extreme: 3451
Port Royal: 4522
Fire Strike Ultra: 4604
Fire Strike Extreme: 8747
Fire Strike: 16812

MSI GS66 Stealth

Conclusión del MSI GS66 Stealth

El modelo que nos ha hecho llegar la compañía, el 10SGS-017NE, es tope de gama y sale por un precio de 3.899 euros. Si acaso se le podría acoplar un SSD extra, pero con los 2 TB dan más que de sobra hoy en día para guardar juegos. Más bien se puede pensar en la parte baja, ya sea en mantener la potencia y pasar a una pantalla a 240 Hz o incluso en rebajar componentes y dejarlo casi a mitad de precio.

El rendimiento a la hora de jugar es mejor, pero no ofrece ese salto enorme respecto a la generación anterior que se prometía. Con las gráficas Nvidia RTX MaX-Q, estamos en torno a un 10 o 12% de ganancia. La cosa es que el nuevo sistema de refrigeración funciona y consigue mantener la temperatura bajo control, y eso que amenaza con dispararse, así que parece haber margen para una RTX 2080S corriente, con la que realmente se notaría la diferencia. Estrena los procesadores de décima generación Intel, máximos responsables de estos calentones, pero es bien seguro que con el tiempo irán ganando en eficiencia pues apenas están recién salidos.

Con este MSI GS66 Stealth hemos podido jugar sin problemas a más de 60 fotogramas por segundo en calidad de imagen Ultra y su monitor de 300 Hz, signo de su potencia. Además, con ese diseño sobrio, unas dimensiones aceptables y un nivel de ruido controlado, incluso tiene la versatilidad para hacerse un hueco como equipo de trabajo.

MSI GS66 Stealth
08 Gamereactor España
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