Análisis del ratón Logitech MX Master 3

Los análisis de hardware y sobre todo de periféricos tienen mucho que ver con los gusto de quienes los escriben, así que siempre os recomendamos que los leáis con eso en mente. Y comienzo así este texto porque me encanta la serie MX de Logitech, que llevo usando desde hace años porque notamos que es mucho más eficiente que las de la competencia.

Son unos aparatos polifacéticos, que bien sirven para preparar trabajos y documentos, jugar a World of Warcraft o componer música. Desde luego, también han participado a su manera de muchos de los textos que habéis leído estos años en Gamereactor. Hasta hace poco, dicho sea, mi ratón de cabecera era el MX Master 2S.

Este modelo tenía la versatilidad por bandera y eso es precisamente lo que buscábamos en él y la razón por la que ha sido preferente a pesar de que por las oficinas han pasado muchísimos otros, como habéis podido comprobar en nuestra sección de vídeos El Vistazo. Acaba de llegar una versión nueva del subgrupo S, aunque esta vez cambia un poco de nombre para llamarse Logitech MX Master 3. La primera prueba es comprobar si está a la altura del resto, y la segunda si es capaz de mejorar lo que ya tenemos.

De un vistazo, uno pensaría que no ha cambiado mucho. El MX Master 3 es un ratón para mano derecha con ocho botones extra y una rueda lateral con la que cambiar entre uso con cable inalámbrico. Para quienes vienen usando la marca, hay muchas más apreciaciones.

Lo primero que hay que mencionar es que Logitech se ha deshecho de la carcasa que rodea la superficie de goma del 2S y ahora es una pieza de plástico compacta. Con su acabado más angulado y puntiagudo transmite otra sensación pero es tan cómodo a la mano como sus predecesores. Las molduras de goma de la parte inferior son más pequeñas, así que ofrece menos resistencia al desplazar, también cuando está cargando por su puerto USB-C.

Más notables son los cambios en la distribución de botones y en su rueda, fantástica por otra parte. Los dos pulsadores adicionales del lado izquierdo que quedan a la altura del pulgar han sido rediseñados para que no queden tan juntos y sea más complicado confundirse entre ellos. Mejor que tenerlos tan pegados como en los modelos antiguos. También se agradece que sea más fácil de pulsar el de fondo.

La rueda es la joya de la corona de esta serie de Logitech y, por mucho que en el MX Master haya cambiado el enfoque, sigue siendo tan funcional como antes. De nuevo, da la opción de escoger entre desplazamiento con o sin fricción interior y con resistencia cada vez más dura. En el gusto está la configuración. Sin embargo, esta vez no es mecánica sino que el agarre es magnético. Han llamado a esta tecnología MagSpeed y se basa en utilizar el electromagnetismo para conseguir mayor precisión a la hora de detenerse en un punto y velocidad en el empuje, como para pasar mil líneas en un segundo.

Eso es su publicidad, es cierto, pero aquí estamos nosotros para deciros que funciona. Primero, porque es muy silencioso y se agradece, y además porque es dinámico en el sentido de que el software detecta automáticamente cuánto quieres arrastrar en cada tirada y lo compensa. Es muy útil y marca un nuevo hito en cuanto a agilidad de uso, dejando anticuados los modelos anteriores por mucho que nos siga gustando el 2S.

En la parte óptica sí han tirado por el mismo camino. El MX Master 3 lleva el mismo sensor Darkfield a 4.000 DPI y los mismos botones principales. La otra parte positiva de la llegada de este modelo es que Logitech ha bajado de precio el anterior, que queda más o menos a mitad que este. Así que ahí está la duda entre la relación calidad precio para quienes buscan uno nuevo y la necesidad de abandonar el anterior por este. Eso lo tendréis que consultar con la cartera y con la almohada.