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Company of Heroes 2

Análisis de Company of Heroes 2

Por muy nórdico que sea, nuestro compañero Rasmus ha tenido que ir bien abrigadito al Frente Oriental para sobrevivir en la Segunda Guerra Mundial según Relic.

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Company of Heroes 2 está ambientado, en contraste con sus predecesores, en el Frente Oriental de la Segunda Guerra Mundial. En lo más profundo de la gélida Rusia, donde el invierno es lo único más despiadado que el Ejército Rojo, donde la máquina de guerra germana se quedó encallada en la nieve, donde el riesgo de congelarse hasta morir era tan alto como el riesgo de recibir un tiro.

En cierto modo, la localización escogida por Company of Heroes 2 sirve de metáfora para el juego en sí. Pero ahora iremos con eso.

El primer Company of Heroes llegó al mercado en 2006, recibiendo la aclamación universal. Es el juego de estrategia en tiempo real mejor valorado que existe, y el título de estrategia en general con mejores críticas combinadas tanto en Metacritic como en GameRankings. Todo el mundo sucumbió ante su maestría y consiguió vender más de cuatro millones de unidades, más que suficiente para justificar dos expansiones independientes.

Desde entonces, Relic se concentró principalmente en Dawn of War 2, pero tras cuatro años de paréntesis, CoH vuelve a la carga. Como vienes leyendo en Gamereactor, las expectativas ante esta segunda parte estaban lógicamente por las nubes.

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Company of Heroes 2

Y por lo tanto he de decir desde un principio que no, Company of Heroes 2 no está a la altura de esa expectación. Parece que Relic no ha estado especialmente fina y que por el camino han tomado diversas decisiones de diseño poco o nada afortunadas, dejando la sensación de que el juego se está viniendo abajo con su propio peso. Como decía, la elección del Frente Oriental como tema principal del juego no podía ser más apropiada, irónicamente.

Mis primeras impresiones con la versión definitiva de Company of Heroes 2 (a la venta la semana que viene, el 25 de junio), son todas negativas. Los controles son muy flojos, tus tropas se comportan con insufrible torpeza y el primer puñado de misiones no resulta demasiado interesante. Por regla general batallas a través de ruinas y escombros, y los muchos detalles sobre el terreno complican ver por dónde puedes mover tus tropas, dónde pueden ponerse a cubierto o sobre qué elementos puedes abrir fuego. Fallos a la hora de hacer clic suceden constantemente, la interfaz de usuario para construir nuevas tropas es incómoda de manejar y tus edificios se parecen demasiado como para dejarte una impresión clara de cuál fabrica el qué. Las partidas parece que no se terminan nunca y los soldados enemigos actúan una y otra vez como esponjas de balas. Los gráficos tampoco son precisamente espectaculares.

Me puse de los nervios la primera vez que me topé de verdad con el durísimo invierno ruso. Los soldados se hacen aún más lentos cuando se meten en la nieve profunda, y mientras no estén en un incendio, edificio o cubiertos del viento, su temperatura corporal cae constantemente. Hasta tal punto que mueren con pasar unos pocos minutos a la intemperie. Mis francotiradores llevaban más capas que una cebolla, haciéndose inmunes al frío, así que me vi obligado a usarlos como exploradores para detectar posiciones enemigas antes de mover al resto de mis hombres.

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Sobre el papel puede parecer divertido y realista, pero también queda claro muy pronto que, por diseño, hay formas correctas o erróneas de enviar a mis francotiradores, y si escojo la equivocada, les disparan sin previo aviso. Es algo que estropea todo el ritmo del juego, y donde el primer CoH recibió elogios por su ritmo alto y frenético, esto parece más una depresión invernal.

No sabía muy bien qué pensar. Sin duda podría tener algo que ver con el hecho de que THQ, antiguos propietarios de Relic, cayeran en bancarrota poco después de quedar el juego programado para lanzamiento, pero esa sola razón difícilmente puede explicar cómo se pudieron caer de su propio trono de esa forma.

Por suerte, luego encontré la respuesta que buscaba. Resulta que Company of Heroes 2, por mucho que sus gráficos no merezcan la pena, es un desastre en cuanto a requisitos del sistema ('specs' de un ordenador necesarias para mover el juego con soltura). Mi equipo suele sacar músculo en estos casos, manejando títulos como Bioshock Infinite a tope sin que le entre el asma, y casi sin sudar con el reciente Metro 2033. Pero con CoH2 las pasa canutas. Bajé la configuración gráfica hasta opciones tan incómodas como "low" o "medium", y de repente la experiencia fue radicalmente diferente.

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Un juego que no era demasiado bonito para empezar ahora se hace un poco más feo, pero el ritmo se dispara, y los controles que antes eran torpes y renqueantes, ahora ofrecen una gran respuesta y se notan finos. También podría tener que ver con el hecho de que las misiones se hacen mucho más entretenidas según vas progresando por el juego. Sea como fuere, de repente me di cuenta de que me lo estaba pasando bien. Me estaba divirtiendo. Había superado la depresión invernal y me encontraba marchando a toda prisa con tropas de armas pesadas, tanques, artillería y demás por los diversos mapas.

Sigue lejos de la perfección. Cosas que parece que deberían ofrecer cobertura, no siempre lo hacen. Los cañones y las ametralladoras montadas tienen la ridícula manía de apuntar en la dirección diametralmente opuesta del enemigo cuando las cambias de posición. Los soldados enemigos a veces simplemente se quedan lelos mientras les disparas. Y todavía no he averiguado para qué sirve el agente que se pasa de vez en cuando por tu base para ejecutar la Órden 227 (disparar a todos los soldados rusos que se retiren). Simplemente está ahí, con aire solitario.

Pero como decía, una vez comenzaron a rodar los tanques T-34 por el campo de batalla, me vi comandando mis tropas por doquier flanqueando al enemigo, y mientras la artillería y las carcasas de mortero caían del cielo, no pude evitar sonreír.

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Uno de los momentos más brillantes es una misión por la mitad de la campaña, en la que tienes que usar un grupo de hombres muy reducido para localizar un tanque alemán Tiger por una aldea abandonada. Se convierte en una especie de juego del ratón y el gato, en el que intentas a la desesperada encontrar armas anti-tanque abandonadas, y luego se cambian los papeles cuando empleas tácticas de guerrilla para finalmente rodear y derribar el carro de combate.

La intensidad luego sube otros tantos enteros, pues te ordenan que comandes el tanque destruido, que lo arregles y lo lleves a zona segura, mientras las tropas germanas se aproximan desde todos los frentes. Es una misión dura, que exige estar al loro en el campo de batalla y afinar las tácticas.

Por desgracia, también sirve de ejemplo muy claro de que CoH2 tiene unos problemas técnicos que no se pueden pasar por alto. En mi tercer intento por superar esta misión, descubrí que el arma de asalto alemana (un cañón armado sobre pistas) que bloqueaba el camino principal de salida del pueblo era simplemente invulnerable. Tenía grupos de AT disparando contra él desde todos los flancos, y no le quitaron ni una brizna. Cuando por fin triunfé, fue porque conseguí colar mi enorme Tiger por las calles mientras mis cañones anti-tanque distraían al carro alemán. Y sólo pude conseguirlo porque ya había subido de nivel las casas de la aldea, unas que de otro modo la IA alemana tenía órdenes bajo guión de llenar con tropas Panzerschrek.

Company of Heroes 2

Esperamos y deseamos que Company of Heroes 2 reciba mucho apoyo y correcciones vía parches de parte de los desarrolladores después de llegar al mercado, porque lo necesita de verdad. Deja mucho que desear desde el punto de vista técnico y los gráficos no pueden para nada justificar los requisitos de PC que pide. Pero si bajas los efectos y superas un arranque tan soso, después queda un juego de estrategia movido y divertido. Solo tienes que tener en cuenta que no siempre funciona como se espera. Si bien queda muy por debajo del listón que colocó su predecesor, Company of Heroes 2 merece un vistazo, pese a sus fallos.

07 Gamereactor España
7 / 10
+
Buen desafío básico de juego en todos los niveles de dificultad. Buen ritmo y combates frenéticos.
-
Un ejército de problemas técnicos, cuestionables decisiones de diseño, incomprensiblemente altos requisitos de sistema para correr bien en el ordenador.
overall score
Media Gamereactor. ¿Qué nota le pones tú? La nota de la network es la media de las reviews de varios países

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ANÁLISIS. Autor: Rasmus Lund-Hansen

Por muy nórdico que sea, nuestro compañero Rasmus ha tenido que ir bien abrigadito al Frente Oriental para sobrevivir en la Segunda Guerra Mundial según Relic.



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