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World of Warcraft: Classic

Burning Crusade - Estamos preparados

Hablamos con Ion Hazzikostas ahora que los jugadores se disponen a cruzar de nuevo el Portal Oscuro.

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Burning Crusade fue la primera expansión de World of Warcraft y supuso un hito muy importante allá por 2007. A pesar de las palabras del villano Illidan Tempestira advirtiendo a los jugadores de que "no estaban preparados", el contenido pulverizó recórds, los servidores se saturaron y Terrallende supuso todo un mundo nuevo de aventuras. Ahora, los jugadores de World of Warcraft Classic tienen la oportunidad de volver a jugar aquella expansión a partir del 1 de junio, fecha de su estreno. Mientras nos equipábamos una vez más para atravesar el Portal Oscuro, charlamos con el director del juego, Ion Hazzikostas, que opina que, esta vez, la comunidad está absolutamente "preparada" para enfrentarse a Illidan Tempestira.

"Creo que los jugadores están muy preparados. Una parte divertida de volver al Classic y a Burning Crusade es ver cómo encara estos viejos enfrentamientos una comunidad moderna con 15 años de experiencia. Burning Crusade nos brinda la exploración de Terrallende, cosa que para muchos será un retorno a 2007, una oportunidad de revivir aquello. Sin embargo, para las nuevas generaciones es una posibilidad de probar algo que se perdieron, algo del pasado de lo que solo oyeron hablar, como de Illidan y Kael'thas, de correr por las Salas Arrasadas... podrán experimentar todo eso con los demás por primera vez. Depende de cómo se lo tomen; algunos creerán que lo tienen hecho, otros querrán ir a ciegas y saborearlo por primera vez, pero será una gran aventura para todos".

Tanto para jugar WoW Classic como Burning Crusade Classic solo necesitas una suscripción activa a World of Warcraft. No es necesario comprar el juego ni la expansión, aunque tienes a tu disposición un Dark Portal Pass (39,99 €) y una Digital Deluxe Edition (64,99 €) que puedes adquirir si quieres llevarte a la aventura algo de material extra. Pero, independientemente de lo que haga la comunidad, nos preguntamos lo siguiente: ¿hay más jugadores nuevos o más veteranos en WoW Classic?

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"'La verdad es que hay un poco de todo. Una de las cosas que nos sorprendieron cuando se estrenó WoW Classic fue que pensábamos que para mucha gente iba a ser algo nostálgico, una oportunidad de volver a una época del juego que echaban de menos, pero nos encontramos con cientos de miles de personas que jugaban por primera vez. Está repartido a partes iguales entre los que vuelven, los que juegan a WoW Shadowlands y quieren probar Classic y los que son recién llegados."

"Como jugador, le eché muchas horas a Burning Crusade por entonces, así que conozco y recuerdo muy bien la aventura, por lo que no hay cosas que haya olvidado o que me sorprendan. Sin embargo, echando la vista atrás y recapitulando, una de las cosas que más me impresionaron fue darme cuenta de la interconexión y el desarrollo de las misiones, las mazmorras y sus requisitos de entrada, los raids, etc., mientras que el WoW original consistía en aventuras aisladas que fueron saliendo a lo largo de un par de años. Burning Crusade se planificó de forma maestra, se diseñó de acuerdo a esta estructura multinivel donde los jugadores y sus clanes trabajaban codo con codo para lograr el objetivo de enfrentarse a Illidan en el Templo Oscuro. Se trataba de algo muy ambicioso y, como estamos reconstruyendo esa idea, nos dimos cuenta del gran trabajo que había realizado el equipo original".

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Ion Hazzikostas ha confirmado que el calendario de estreno de contenidos de esta nueva versión será diferente. El primer Burning Crusade vino con mucho contenido final 'endgame', pero los jugadores tuvieron que esperar mucho por los parches posteriores. Para la versión clásica, Blizzard sacará el juego con menos contenido final y lo espaciará con más parches, lo que permitirá que cada raid tenga un "momento de gloria". Dicho esto, la agenda no es inamovible e Ion Hazzikostas nos ha asegurado que será la reacción de la comunidad la que determine el ritmo de lanzamiento de contenido nuevo. Sin embargo, este calendario no será el único cambio entre las versiones clásica y original.

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"Hay varios cambios. Respecto a World of Warcraft: Classic, como dijeron los jugadores, lo que tocaba era #nochanges. Queríamos recrear por completo y de forma fidedigna la aventura original, lo que suponía incluso introducir ciertos bugs que eran parte del juego. En el caso de Burning Crusade teníamos un poco más libertad. Lo primero era sentar las bases para que la dinámica de juego fuese auténtica y fiel, pero las zonas complejas o que experimentaron cambios técnicos a lo largo de los años nos permitían ofrecer una experiencia mejor e incluso trasladar de forma más precisa la intención original de los autores y tenemos programados ahora un par de cambios precisamente en ese sentido. El más importante tiene que ver con las diferencias entre los paladines de Horda y de Alianza. Los paladines de Horda tenían el Sello de sangre y los de Alianza el Sello de venganza. La intención era que fuesen habilidades diferentes pero equilibradas, pero, como todo el mundo pudo comprobar, la versión de Horda era muy superior. Teníamos pues todos los motivos para pensar que, a la vista de esto, el equipo original habría ajustado estas habilidades. Lo que hicimos en Burning Crusade Classic fue permitir que los paladines pudiesen acceder a las habilidades de ambas facciones".

Cuando sale una expansión de World of Warcraft, los cambios en los talentos y habilidades que vienen con ella afectan a todos los jugadores, aunque no la hayan comprado. Esto no ocurrirá con con Burning Crusade Classic, ya que Blizzard sabe que parte de la comunidad quiere mantener la experiencia del original.

"Somos conscientes de que parte de la gente se apuntó al Classic porque quieren la aventura tradicional de nivel máximo 60, con sus talentos y su ecosistema. Lo que hicimos fue mantener el entorno de la era clásica y permitiremos que los jugadores escojan: pueden llevar sus personajes a la era de Burning Crusade o seguir en era clásica original. Queríamos asegurarnos de que los jugadores tuviesen esa posibilidad de elegir".

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Tras el anuncio de Burning Crusade Classic, buena parte de la comunidad especuló con la posibilidad de que Classic fuese una trilogía compuesta por WoW, Burning Crusade y Wrath of the Lich King. Creemos que esto tiene sentido, no solo por el hecho de que enfrentarse a Arthas supone un fin de ciclo, sino también porque reestrenar Cataclysm no sería muy lógico, puesto que en Cataclysm se eliminó el contenido original de Azeroth y ese era precisamente el motivo por el que necesitábamos Classic. Blizzard no lo ha confirmado por el momento, pero desde luego parece que ese es el plan.

"Ahora mismo estamos centrados en el estreno de Burning Crusade y en que llegue a manos de los jugadores, pero estaremos atentos a lo que la comunidad tenga que decir y lo que le gustaría que venga después y, por supuesto, esa es una opción que barajamos".

Lo que no se baraja es la posibilidad de permitir pasarse de Classic a WoW moderno, porque sería injusto para los jugadores. El motivo principal es que hay muchos objetos poco comunes de esa era que los jugadores ya no pueden conseguir en el juego base, por lo que permitir pasarse de Classic a Shadowlands crearía esa discrepancia y haría que los logros pasados de los jugadores no tuviesen valor y, por otra parte, forzaría de alguna manera a la comunidad a jugar Classic, aunque no fuese su intención.

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