Carreras reales junto a simracing: ¿El futuro de los eSports de conducción?

El pasado fin de semana del 9 y 10 de octubre tuvimos la suerte de recibir la invitación de Fanatec para presenciar el Fanatec GT World Challenge, un evento competitivo con los coches de clase GT más importantes del mundo que se daban cita en el circuito de Barcelona-Catalunya, conocido anteriormente como circuito de Montmeló.

La particularidad de este evento fue la celebración de carreras reales sobre el asfalto del autódromo, mezcladas con el mundo virtual del simracing, en completo auge en la última década. Para ser más exactos fueron cuatro las competiciones de Gran Turismos: GT4 European Series, Fanatec GT World Challenge Europe Powered by AWS, TCR Europe y Porsche Carrera Cup France, que sumadas a la final del torneo Fanatec Esports GT Pro Series redondeaban un día en las carreras movidito y emocionante para todo amante del motor.

La experiencia fue excepcional. Esta hibridación entre la simulación y la realidad, la posibilidad de ver cómo trabajan los equipos y los pilotos en el paddock, para después ver en una pantalla los mismos coches que minutos antes escuchabas rugir en el circuito puede ser el futuro de las carreras de simracing en el circo de los eSports.

¿Pero, cómo lo organizaron?

Como fabricante de hardware de simracing, Fanatec, se encargó de montar una carpa justo detrás de la zona de boxes, situada en el centro del Paddock, que fue bautizada como Fanatec Arena. En ella, 23 cockpits de simulación del fabricante, incorporando la potente base de volante de tracción directa Fanatec Podidum DD (a la espera del flamante Fanatec CSL DD que aún no está a la venta públicamente), aparecían alineados cual parrilla y equipados cada uno con su particular monitor curvo para exprimir al máximo su coche.

Nuevo volante Podium Steering Wheel Fanatec GT World Challenge, directo a la competición

En el exterior también habilitaron un par de cabinas con los pedales y volantes oficiales de la competición, que estaban disponibles para todos los visitantes del evento. Y si la base motora era el Podium DD1, el volante en sí era toda una sorpresa, pues sirvió a Fanatec para introducir su nuevo modelo de competición. Se llama precisamente Podium Steering Wheel Fanatec GT World Challenge y está diseñado para el terreno profesional competitivo, con anillo en piel de 32 cm diámetro, Podium Hub, módulo de botones profesionales y levas reales.

Todas las carreras se simulaban sobre el juego de Kunos Simulazioni de GT3 Assetto Corsa Competizione, socio de estos eventos. Multitud de piques se produjeron al aire libre de forma amistosa, para ver quién marcaba la vuelta rápida entre los amateurs. Gamereactor no quedó en buena posición, culpa del que escribe.

Algunos pilotos se dejaron ver durante la mañana por la Arena de Fanatec para probar alguna configuración del coche en búsqueda de alguna sorpresa, pero no era hasta las 17:45 que se citarían para poner el broche de oro a la Fanatec Esports GT Pro Series. Barcelona coronaría nuevos campeones del pilotaje de simulación, inspirados por las carreras reales, el ambiente del lugar y el olor a humo y goma quemada.

La prueba de clasificación duró 20 minutos y fue un Mercedes, el de Puhakka, del equipo Madpanda Motorsport, el que se hizo con la pole seguido por Nielsen y Dienst. La carrera empezó con muchos altercados, bandera amarilla en la primera vuelta con Nielsen fuera por problemas de conexión, Mapelly y Dontje igual tras un encontronazo. La manga tenía una duración de una hora clavada. En los primeros cuatro minutos de carrera, y con los últimos puntos por decidirse, la tensión se respiraba en la arena y algunos de los profesionales cometieron errores en puntos muy técnicos del circuito, como la chicane del RACC. Bastian y Barnicoat fueron los siguientes en volver al Pit Lane. A partir de la segunda vuelta el orden del podio siguió intacto hasta el final: Puhakka, Vanthoor y Dienst se descolgaron rápidamente del pelotón de turismos para hacer la guerra por su cuenta.

Ya en el ecuador de la carrera se abrieron los boxes para lucir la estrategia de los equipos. Los pilotos de media tabla entraron antes para intentar el undercut y rodar con menos tráfico, pero de poco les sirvió. Los tres puntales sacaban más de 5 segundos al resto del pelotón.

Marciello, por su parte, protagonizó alguno de los mejores momentos de la carrera con dos fabulosas maniobras que fueron aplaudidas por toda la sala. Poco a poco los sillones se fueron despejando a medida que los pilotos abandonaban la carrera, hasta un total de 11 simracers quedaron descalificados. La jornada en Barcelona terminó sin sorpresas: Puhakka con su Mercedes AMG GT3, le dio a Madpanda Motorsport el título en la categoría de plata y la victoria en el circuito. Con el segundo puesto conseguido por Dries Vanthoor su equipo, Team WRT, se coronó campeón de la categoría Pro. 6.000 euros de premio se llevaron a casa ambos campeones, junto con un volante ClubSport Steering Wheel Formula V2.5 de la marca.

Sin duda una gran experiencia vivida en el circuito de Barcelona-Catalunya con una organización cuidada, detallada y organizada a la perfección. Gran parte de la culpa la tuvo el equipo de SRO Motorsport, que montó una zona de primera para los invitados, pero el toque más seductor y tangible lo ponían sin duda los superdeportivos de gala expuestos en la zona VIP. Los McLaren P1, McLaren 720S GT3X, Lamborghini SCV12 o Maserati MC12 entre otros pusieron el broche de oro a un fin de semana con demasiados caballos y mucha clase en los pilotajes, dentro y fuera de la pista.