Análisis de Destroy All Humans 2 - Reprobed

He sido un gran fan de la serie Destroy All Humans desde que se estrenó hace casi dos décadas. Su humor crudo y absurdo, junto con su dinámica de juego destructiva y sus armas y equipamiento futuristas lo hacen muy entretenido, y también lo hacían a mediados de los 2000, y lo volvió a hacer de nuevo cuando se estrenó el remake del original en 2020. Este primer remake demostró que el motor de la desarrolladora Black Forest Games podía dar lugar a un muy buen videojuego, pero no ha sido hasta este segundo remake, Destroy All Humans 2 - Reprobed, que me he llegado a emocionar con lo que puede ofrecer. Esto se debe a que esta secuela rehecha se trata de un juego exclusivo para la actual generación, es decir que ha sido diseñado para ser ejecutado en PC, PlayStation 5 y Xbox Series. He estado inmerso durante las últimas semanas en las aventuras de Cryptosporidium-138 y, aunque tiene un montón de cosas que adoro, se hace difícil no sentir que a la serie se le nota el paso de los años.

Antes de explicar a qué me refiero con esto, hablemos de las partes positivas que hacen tan brillante a este remake. En primer lugar, como ya he mencionado, el apartado gráfico y visual. Aunque hay algunas animaciones faciales algo toscas, Black Forest Games ha creado un juego increíblemente detallado y bonito que está entre los títulos con mejor aspecto visual que he probado en esta nueva era de los videojuegos. Esto se debe en parte al hecho de que Destroy All Humans 2 - Reprobed no es un juego de mundo abierto como Horizon Forbidden West, por ejemplo, sino que se divide en varios niveles de mundos abiertos más pequeños entre los que puedes viajar y sembrar el caos. Esta parte de sembrar el caos es importante, porque en ello se nota que al dejar atrás a PS4 y Xbox One, los desarrolladores han podido llevar la destrucción en el juego más allá, hasta el punto de que viajar por el mundo en tu nave y usar tu rayo mortal para incinerar gente y flora, y reducir los edificios a escombros supone un paso más allá de lo que estaba disponible en el primer remake. Es una mejora que se agradece y que mejora la experiencia de juego en su conjunto.

De un modo similar, ya que el juego no necesita generar y ejecutar cada uno de los niveles al mismo tiempo, estos pequeños mundos abiertos le permiten a Reprobed hacer que cada una de las localizaciones parezca cobrar vida con inmensas multitudes, montones de tráfico, soldados, agentes del KGB, policías y más facciones que intentarán ponerle freno a tus destructivas intenciones. Da igual que te encuentres en los Estados Unidos junto al Golden Gate, paseando por el casco histórico de Londres o peleándote con un Kaiju en Japón, cada localización está diseñada inmaculadamente y repleta de carisma y detalle, al menos en su superficie.

Digo esto porque es ahí donde empiezan a surgir mis problemas con Reprobed. Aunque la premisa de rehacer juegos es preservar la integridad del original, el título original del que viene este remake es del 2006, lo que implica muchas dinámicas y sistemas que se han quedado antiguos. Tenemos por ejemplo localizaciones con coleccionables aburridos, misiones básicas y repetitivas que en su mayoría te obligan a simplemente escoltar a una persona mientras disparas, lanzas, incineras y usas tu sonda anal para atacar a los humanos. No me malinterpretéis, todo esto es muy divertido, pero pasar de jugar títulos modernos a jugar este (que está enmascarado en un estilo visual que te hace pensar que es completamente nuevo) se hace un poco chocante y se vuelve algo tedioso según avanza la historia ya que nunca llega a haber nada que te sorprenda en su dinámica de juego.

Dicho esto, al mantenerse tan fiel al original, el juego sigue sin tener ningún filtro, tal como lo era a mediados de los 2000. El personaje de Crypto es vulgar a más no poder, y el tono del juego es muy similar, con humor, chistes y bromas que hoy en día estarían cancelados si se tratase de un título completamente nuevo.

Llegados a este punto, he de mencionar que he tenido unos cuantos problemas con bugs durante mi partida. Algunos no tenían consecuencias graves, tales como extrañas aglomeraciones de tráfico que hacían que más de veinte coches llegasen a juntarse en un mismo cruce o extraños bugs de sonido que hacían imposible escuchar a Crypto mientras pilotaba su platillo volador. Otras veces eran más serios, incluyendo momentos en los que el juego dejaba de funcionar, pero el peor me lo encontré en la batalla contra el jefe final del juego al no poder quitarme la armadura anti-Furonidad y por lo tanto no poder infligir ningún daño al enemigo. Fue... frustrante, cuanto menos.

Así pues, Destroy All Humans 2 - Reprobed me ha creado sentimientos encontrados. Por un lado, me encanta lo simple, directa y alocada que es su dinámica de juego que te permite centrarte en poner el mundo patas arriba y aterrorizar a los humanos que viven en él. Por el otro, es difícil pasar por alto sus sistemas increíblemente anticuados por momentos hasta el punto de que se vuelve aburrido jugarlo. Por supuesto que los bugs tampoco ayudan, pero seguro que Black Forest Games resolverán pronto ese asunto. En resumen, ¿es divertido? Sí. Pero más allá de eso y una cara bonita, no hay mucho.