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Dragon Quest Builders 2

Análisis de Dragon Quest Builders 2

La aventura de cubos de Square Enix tiene segunda parte en Switch y PS4, más compleja, más completa.

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Nos encanta Minecraft tanto como a sus más de cien millones de jugadores, pero si hay algo que se le puede criticar es que le falta una historia que te atrape. Está toda la trama del Ender Dragón, es cierto, pero no está tan bien escrita como las de otros juegos de aventura o RPG. Por ejemplo, como las que sabe hacer Square Enix, que plantó cara a Mojang sacando en 2015 su propio juego de cubos, Dragon Quest Builders. Con sus fallos, gustó, sobre todo la versión mejorada, y vendió suficiente como para ganarse una continuación. Aquí llega Dragon Quest Builders 2, que da un salto enorme combinando su identidad chibi con una narrativa inigualable en el género.

Dragon Quest Builders 2 es un sandbox de bloques y también un RPG de acción. Mete al jugador en el personaje del héroe que tiene como misión reconstruir el mundo y acabar con la secta de los Hijos de Hargon. A su lado está Malroth, un hombre con un área peculiar e influencia maligna que no tiene habilidades de constructor, pero que es un gran luchador. Con este pie, Square Enix y Omega Force han logrado crear una aventura narrativa con forma de sandbox, que permite seguir la historia siendo creativo por el camino.

La partida empieza en un barco prisión comandado por monstruos, en el que cumplir unas misiones que hacen de tutorial y sirven para aprender lo básico sobre cómo construir o destruir, para qué son las herramientas o los tipos de materiales. Se puede hacer largo pero es solo un trocito de las muchas horas de juego que hay por delante. Espera también una gran cantidad de diálogo y conversaciones que permiten conocer a los personajes. El humor es la línea principal y se han recurrido al uso de registros culturales o dialectos para ambientar cada parte del mundo, aunque no siempre con acierto.

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Cada una de estas partes del mundo, todo islas, tiene su toque identitario que también afecta al gameplay. De una zona nevada que ha sido arrasada por la guerra salen unos guerreros espectaculares. La excepción es la Isla del Despertar, que arranca vacía porque justamente la tarea consiste en ir dándole vida con esa habilidad de constructor: ríos, bosques, casas y hasta pirámides le darán forma. Esta conexión resume el concepto de DQ Builders 2: hay que viajar por el mapa ayudando a la gente y superando misiones para conseguir nuevas habilidades, materiales y conocimientos que aplicar a tu propia isla. El objetivo final, que sea el paraíso.

La asistencia a los territorios no es solo cuestión de combate, es igual o más importante ayudar en las tareas de reconstrucción para conseguir la lealtad de sus habitantes. El trabajo principal es construir estructuras enormes y complejas utilizando unos planos que indican dónde poner cada material y sirven para activar la ayuda de los NPC. No estamos exagerando, la mayoría tienen más de 10.000 bloques, así que no esperéis que estén terminadas ni en diez minutos ni en media hora. Tampoco son de un solo tipo de material, hay que ir combinando de todo tipo.

Su carácter híbrido también está presente en su estilo visual. El mundo es de bloques, como en todos los juegos del estilo, y también los fluidos como el agua o la lava. Pero no tienen aspecto píxel, recurre a texturas modernas y no retro. La mayor diferencia está en los personajes, que son modelados completamente poligonales y redondeados de estilo chibi, aplicables a cualquier otro RPG contemporáneo.

Algo que agradará mucho a los fans de Dragon Quest que tengan dudas es su banda sonora. Se inspira en el estilo tradicional de composiciones de la saga, en los juegos antiguos, para que tengas sensación de estar en una gran aventura de rol y no en un juego más libre. Sin embargo, sí hay modulaciones y adaptaciones a las melodías en función de la situación, con aceleraciones del tempo en combate o en caso de peligro, por ejemplo.

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El sistema de combate de Dragon Quest Builders 2 es sencillo y tiene un efecto limitado en el juego, a propósito. Se basa en combinaciones de ataque flojo, ataque fuerte y habilidad 'definitiva', pero la verdad es que puedes avanzar con cierta comodidad sin complicarte demasiado y machacando botones. En caso de no querer arriesgar, puedes pasar y que Malroth se haga cargo de casi todo. No significa que no tenga su complejidad, como ataques y estados elementales, contragolpes y defensas.

Los jefes finales nos han dejado mucho más satisfechos porque abren muchas situaciones distintas. Vale que son demasiado fáciles para jugadores experimentados, pero cada una es distinta y entretenida. Como ayudarse de un gólem de piedra que parece un robot en el que montarse. En el lado opuesto está el sistema de nivelación, que es plano: sube algo la vida, la resistencia, el poder de Malroth y aprendes alguna receta; fin.

Hablando de enemigos, no sería Dragon Quest si no hubiera posibilidad de establecer relaciones con los monstruos y este caso no es distinto. Con los enemigos habrá opción de ganarse su confianza y sumarles a la causa una vez derrotados, y con los animales todo es mucho más directo.

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A cada paso se nota que Square Enix y Omega Force se han esforzado en tener todo medido y ofrecer mucha, mucha cantidad y opciones, y el multijugador cooperativo es una de ellas. Offline u online, otra persona puede entrar en la partida a echar una mano, aunque hay un condicionante de nivel que supone una barrera un poco absurda. La compañía siempre es bien recibida y ayuda a ir más rápido o, quién sabe, a ponerse creativos y echar un rato fuera de la historia principal. Cuando uno empieza la partida debe olvidarse del reloj porque aquí hay muchísimas horas por delante; no es una aventura de 20 euros, no, estamos hablando de un trama que rivaliza en expansión con la de The Witcher 3, por poner un ejemplo.

DQ Builders 2 llega en dos plataformas, Nintendo Switch y PS4, y esta vez hemos tenido la oportunidad de comparar ambas. En nuestra opinión, la plataforma ideal esta vez es la híbrida porque el sistema de control se adapta a la perfección y visualmente apenas hay diferencias entre ambas. Es así porque saca el máximo a la de Sony y por lo bien aprovechada que está Switch. También hay que destacar el gran trabajo para eliminar tiempos de carga, reservados para el teletransporte.

Con todo lo que trae, Dragon Quest Builders 2 es un juego que van a disfrutar quienes vienen de Minecraft y los sandbox, quienes vienen de los RPG y a quienes les gusta crear mundos. Trae una cantidad enorme de contenido y no se han olvidado ni del multijugador, aunque hay pasajes de la trama un poco más flojos en su mundo rico, variado y cambiante. Sencillo y accesible, es una gran propuesta para jugadores veteranos y novatos.

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08 Gamereactor España
8 / 10
+
Repleto de contenido que te lleva por un mundo variado siguiendo una historia curiosa. Tantos bloques, enemigos y lugares. Gran optimización en Nintendo Switch.
-
Poner en marcha el multijugador online es un rollo. Algunas tareas son repetitivas y aburridas.
overall score
Media Gamereactor. ¿Qué nota le pones tú? La nota de la network es la media de las reviews de varios países

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ANÁLISIS. Autor: Ben Lyons

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