Análisis de Empire of Sin (PC, Switch, PS4, Xbox One)

Si existiesen las máquinas del tiempo, todo el mundo sabe cuál es la época que visitaría. Mientras que a unos les gusta más la de los caballeros medievales o la Grecia Clásica, otros son mas fiesteros y les van más los guateques de los 80. Personalmente, a mí siempre me han gustado los apasionantes años 20, esa época en la que los "gangsters" eran casi tan conocidos como los famosos. No sé si tendría las agallas suficientes para hacerle frente a personajes como Bugsy Siegel o a Bonny y Clyde, así que me conformo con hacerlo en el último lanzamiento de Romero Games, el título de estrategia Empire of Sin.

El objetivo principal en Empire of Sin es construir una fructífera organización criminal en la Chicago de la década de 1920, ya sea llegando a acuerdos con otras mafias o borrándolas del mapa, todo esto junto a una narrativa un tanto limitada. No se puede hablar de la década de los 20 en EE.UU. sin mencionar la ley seca, por lo que levantar ese imperio no será una tarea sencilla, así que siempre tendrás que mantener tus negocios lo más discretos posibles porque en la mayoría se trapichea con alcohol para conseguir ganancias. También puedes crear otros negocios, como casinos o burdeles, pero el alcohol es, sin duda, una de las mejores herramientas para limpiar los bolsillos de la gente, así que habrá que tirar de ello.

Como Empire of Sin es una obra donde tendrás que levantar tu propia organización, las mecánicas del juego mezclan tanto la estrategia como la gestión. El título se divide en dos partes, básicamente: la primera es la relacionada con la gestión, que abarca la creación y dirección de tu imperio criminal, mientras que la segunda se basa en los combates y la estrategia. Se podría llegar a decir que estamos ante una mezcla de Civilization y XCOM.

Respecto al área de la gestión, tendrás que adquirir nuevas propiedades y contratar personal para después ir subiendo a ambos de nivel. Por ejemplo, podrás hacerte con una fábrica de cerveza o con un bar clandestino y empezara a vender alcohol en ellos, mientras que las mejoras supondrán contar con mayor espacio de almacenaje, un alcohol de mayor calidad, mejor seguridad, o un entorno más cordial. Todo esto hará que aumente el interés de la población por acudir a tu local y que sea más seguro a la hora de resistir los asaltos de otras mafias.

En cambio, respecto al personal, podrás gastar tu dinero en contratar matones que lucharán por tu capo. Puedes simplemente hacerte con sus servicios (que no es nada barato), o pasarte por el mercado negro para equiparlos con armas, suministros y armadura corporal, que, acorde con el periodo temporal, este blindaje no será mucho más que un chaleco normal y corriente.

El combate es lo que te esperas de un título que recoge el sistema de combate estratégico al estilo XCOM. Cada personaje tienen dos movimientos (puntos de habilidad) por turno, y los ataques normalmente consumen uno de estos movimientos. Sin embargo, hay que tener en cuenta un montón de porcentajes a la hora de que el movimiento tenga éxito, como el alcance al que se efectúa el ataque, la precisión del arma que empuñes o si el enemigo está cubierto, entre otras cosas. El caso es que no estamos ante un sistema de combate en el que ordenas un movimiento y te olvidas de lo demás, así que sí, a veces puede pasar que estés encañonando a un rival en la cabeza y aún así te salga el tiro por la culata; algo muy estresante, te lo aseguro.

Los personajes jugables no es que sean muy distintos entre sí. Al principio del juego, se te ofrece la opción de elegir al jefazo de tu mafia entre una selección de rostros conocidos. Por ejemplo, está Al Capone o Dean O'Bannion, y si eres como yo y te gusta ver series y cosas relacionadas con el mundillo, no tardarás mucho seleccionar al jefe, ya que probablemente esté tu favorito. Cada jefe mafioso tiene unas habilidades únicas que lo diferencian del resto, y suelen estar relacionadas con el estilo de combate y de crímenes que cometen.

Por ejemplo, Angelo Genna puede usar en combate su habilidad "Abanico de Cuchillos" para arrojarles una lluvia de cuchillos a los enemigos, las mejoras de los bares clandestinos también son más baratas para él y cada fábrica de cerveza que compra ya viene con un guarda de seguridad extra. Al fin y al cabo, estas habilidades no son más que pequeños detalles, ya que ninguna te hará elegir sí o sí a un personaje por encima del resto, a no ser que vayas a disfrutar del juego en la mayor dificultad disponible. Respecto a los demás personajes, son matones que forman parte de tu organización criminal, y, aparte de utilizarlos en combate, son solo simples personajes de la IA.

El diseño de la Chicago de los años 20 es muy interesante, ya que se divide en unos cuantos barrios entre los que te mueves mediante viaje rápido. Ya en un barrio, puedes controlar a tu personaje mientras andas por la calle (o dentro de un edificio) desde una vista isométrica, o directamente jugar desde el mapa del mundo. No hay una mejor que otra, aunque sí es cierto que jugar a pie de calle hace que te sumerjas más en el título, ya que se puede sentir el trajín de una ciudad llena de gente y de mafias enfrentadas. Imagínate este sistema de barrios como si fuera el mapa de Civilization, pero en el que para desplazarte debes tirar del viaje rápido en vez de construir barcos y viajar en ellos.

Después de haber podido disfrutarlo durante un tiempo, puedo asegurar que tiene un montón de cosas muy buenas. El mundo es cautivador y la manera en la que interactúan los jefes de las distintas mafias hace que te metas de lleno en el título. La parte narrativa, aunque no sea su punto fuerte, te permite tomar tus propias decisiones, ofreciéndote así una experiencia personalizada. Además, he de decir que me ha encantado la simulación que hace en general. Me lo he pasado genial construyendo mi imperio, manejando mis finanzas e invirtiendo con cabeza, eso sí, no quita que tenga unos cuantos problemas, algunos más graves que otros.

El primero de todos es el combate, que para aquellos que no vivan por y para XCOM o sean unos locos de la estrategia, les acabará molestando mucho. Si ves que tienes un 76 % de posibilidades de acertar un disparo, te quedarías tranquilo a la hora de apretar el gatillo, ¿no? Pues en Empire of Sin esa cifra es más un 13 %, porque seguramente acabes fallando. No obstante, el mayor problema son los bugs. Me he topado con varios que fastidian toda la experiencia de juego, como algunos tiempos de carga infinitos, que se quede colgado, con la pantalla congelada o simplemente fallos que no te dejan avanzar en una parte determinada de la historia. La verdad es que es algo muy molesto, porque algunas veces he tenido que cargar partidas anteriores a la última para poder seguir avanzando. Sé que el día de lanzamiento saldrá una actualización que solucionará -algunos, varios, muchos- estos fallos, pero no puedo hacer la vista gorda cuando son tantos con los que me he encontrado.

En términos generales, me encanta el título. Creo que tiene un gran potencial, y la obra de Romero Games ha logrado que esté impaciente por ver hacia dónde avanza y lo que el estudio nos tiene preparado en un futuro. No obstante, los fallos hacen que te tires de los pelos, es algo que no puedo dejar de señalar. Así que no sé si debería recomendar el juego de salida sabiendo que cuenta con algunos bugs que pueden hacer que ni siquiera avances en la historia. Una vez dicho esto, si lo que buscas es una experiencia de estrategia novedosa, Empire of Sin tiene un gran potencial, eso sí, ten en cuenta lo que he mencionado.