Feliz y triste 3er cumpleaños, Nintendo Switch

Ya no estamos celebrando un primer cumpleaños de Nintendo Switch en el que todo sea alegría y jolgorio por lo bien que ha ido el estreno. Por esos juegazos que acompañaron, el retorno de varias third parties y la recuperación del modo portátil. Han pasado 36 meses y claro que hay mucho que celebrar, pero también vamos a exigir. Tenemos motivos para estar felices, pero también algunos para poner carita triste.

Las ventas :)

A la mayor parte de usuarios ni le va ni le viene, pero siempre es una buena noticia que un nuevo hardware funcione. Porque significa que hay salud en nuestro hobby y que llegarán más inversiones, es decir, más juegos y accesorios. Después el fiasco de Wii U, en Kioto tenían que demostrar que su manera única de ver los videojuegos sigue siendo válida y han dado de lleno. Líder en ventas en 2019 creciendo más y más, dominando todos los mercados. Más gente jugando para que los servidores online siempre tengan compañía y más gente con ella por la calle con la que sentirse identificado.

La total falta de evolución de su interfaz, la eShop y de sus apps de servicios :(

Si tanto dinero está entrando, ¿por qué no son capaces de invertirlo en mejorar una infraestructura básica que está completamente estancada desde el primer día? Compramos el argumento de un sistema operativo ultraligero para que consuma los mínimos recursos y facilite el arranque de la consola en tiempo récord. Sin estos dos elementos, sin ese "pick and play", Switch no hubiera llegado a donde está. Pero eso no justifica que haya tanto abandono en según qué apartados.

Los diseñadores de interfaz apenas han retocado su aspecto en tres años, y no es lo mismo tener siete juegos que 40 en tu biblioteca. Y eso, aplicado a la eShop, es un defecto elevado a la potencia porque hay miles de títulos entre los que escarbar con apenas filtros y herramientas, casi sin destacados ni recomendaciones y, lo peor de todo, con un rendimiento terrible e impropio de una consola así. Además, es increíble que no vayamos a tener apps de vídeo como Netflix o Amazon Prime. La popularidad de Youtube demuestra que hay mucho interés, por mucho que ya venga muy a mano en teles y dispositivos móviles.

Abrumados por los lanzamientos :)

Ni el segundo ni el tercer año de Switch han reunido tantos juegazos como el primero, porque repetir aquello es de órdago, pero hay una realidad y es que no faltan opciones. Entre indies, AA y AAA no hay semana que no lleguen 15 o 20 títulos nuevos. Nos fascina cómo está absorbiendo como una esponja títulos third party antiguos que cobran nueva vida (los The Witcher 3: Wild Hunt, Overwatch, Metro Redux, Alien: Isolation, Ori and the Blind Forest), pero lo que más nos alegra es ver que cada vez hay más grandes acercándose, aunque sea con unos meses de retraso, como Dragon Quest XI S, Mortal Kombat 11, Divinity: Original Sin II, NBA 2K o los esperados The Outer Worlds y Doom Eternal.

A esto hay que sumarle un flujo de producciones de la casa, proyectos financiados como exclusiva o acuerdos de distribución para que siempre haya algo de renombre a lo que echar el guante. No están todos, pero quienes han vivido en la burbuja Nintendo aprecian mucho este cambio de tendencia que se ha producido. Es como si fuera otra compañía.

Ring Fit Adventure, Luigi's Mansion 3 y Astral Chain :)

Sería muy fácil hablar de Mario, Pokémon, Zelda y Super Smash Bros. para dar un punto positivo a Switch. Nintendo está alcanzando nuevas cotas de calidad o está siendo capaz de redescubrir sus grandes franquicias y eso es un plus. Sin embargo, si de algo nos enorgullecemos es de esos otros juegos de la casa con los que nadie contaba que han sido capaces de impactar en el gran público. A una compañía que depende tanto de sus licencias, le cuesta conseguir que las nuevas IP destaquen, y este 2019 sí lo ha logrado.

Ring Fit Adventure es toda una reivindicación de marca. Un "yo soy así y así seguiré, nunca cambiaré" que se merece una ovación. Después del fiasco relativo de Nintendo Labo, se han sacado de la manga una rareza aún superior como es un RPG de ejercicio físico. Y, encima, introduciendo toda esa parte de salud que lleva una década en I+D, desde el Wii Vitality Sensor. Cuando creíamos que estábamos hartos de trastos en casa, aquí llega el aro de pilates digital.

No se lo esperaba nadie, como tampoco ese Astral Chain sacado de la manga de Platinum Games para tapar el hueco de una producción de Bayonetta 3 que parece eterna. Pero qué bien que haya gente nueva haciendo las cosas de otra forma para acaba con la sensación de hastío. Y queremos meter aquí también Luigi's Mansion 3 porque, es cierto, no es una franquicia nueva, pero es que al segundón que nadie hace caso hay que empezar a llamarlo ya de señor.

Los servidores online y Super Smash Bros. Ultimate :(

La lástima es que no siempre podamos disfrutar de todos estos juegos como nos gustaría. Nos referimos a las partidas online, porque la infraestructura de red sigue sin presentar la calidad adecuada. Hay juegos en los que falla y hay juegos en los que es insoportable, y ahí está englobado el más importante de todos, el éxito entre los éxitos, Super Smash Bros. Ultimate. Antes, que todo esto era gratis, las quejas estaban reservadas al gusto, ahora que encima hay que pagar nos arrimamos al terreno de la estafa.

Nintendo Switch Lite y la mejora de la original ¯\_(ツ)_/¯

Cerramos este repaso con un poco de indefinición sobre el que probablemente sea el hecho más relevante de este tercer año de vida, que es la redifinición del hardware. Estamos indudablemente satisfechos de la llegada de la versión 2 de Nintendo Switch original, porque hay una mejora evidente de rendimiento sin un aumento de costes, y aunque sea lógico no es que esta compañía sea de regalar nada. Hay quien piensa que las ventajas del chip Mariko se podrían haber empleado en aumentar la potencia, pero de momento han optado por no fragmentar la base de usuarios y, si hiciera falta, ya se podrá hacer en el futuro.

Las dudas nos entran con Nintendo Switch Lite. Bien por el precio, pues la diferencia es mucho más grande de lo que nos esperábamos. Ahí, ahí con la pérdida de las funciones de los Joy-Con, pues se entiende por diseño y costes y se salva con el emparejamiento de mandos adicionales. Pero mal por la pantalla (aunque sea más brillante), y es que hoy en día no se pueden tolerar unos marcos tan grandes, que saben a desuso del espacio. De hecho, el público está hablando y prefiere pagar más por la original que menos y tener menos funciones.

¿Y tú, cuáles son tus momentos felices y tristes con Nintendo Switch en estos tres años? Cuéntanoslos en los comentarios.