Análisis de GetsuFumaDen: Undying Moon

Konami sigue en plan remontada (PES aparte), esta vez como editora de un juego de acción 2D indie de esos que tan bien suelen caer en Nintendo Switch y en PC. Porque GetsuFumaDen: Undying Moon entra por el ojo a primera vista con su estética del Japón mitológico, es ideal para partidas más o menos cortas y sueltas por su estructura roguelite y pone un poco de picante con su dificultad un tanto exigente.

Son sus fondos de escenario enormemente trabajados y el dinamismo que transmiten las pantallas en su conjunto, como soporte a un plano de partida en el que brillan el diseño de personajes y onis, lo que te hace esperar grandes cosas de esta obra de GuruGuru, secuela de un título de la vieja NES. El aplomo de las animaciones encaja con lo que imaginas de este estilo artístico de corte nipón tradicional en movimiento. Y se han dejado lo mejor para algunos monstruos finales y su entorno.

Sobre estos lienzos toca encarar una batalla sin fin por pantallas que se van repitiendo tantas veces como mueras. Es un combate táctico y de acción simple, contra enemigos con pocos patrones a los que bastan unos minutos para descifrarles el truco, pero que te pueden complicar una partida en un despiste. Monstruos (y algunos humanos) colocados por decenas que te incitan a no dejar ni uno en pie, aunque puedas.

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Las siete familias de armas (espada, paraguas, a dos manos, lanza, látigos, maza y puños) y otras tantas de equipamiento secundario dan para sacar unas buenas cuantas combinaciones con las que afrontar las partidas. En las primeras, por la velocidad, combos y por la opción de bloqueo y contrataque de solo las dos iniciales, ya hay relativamente distintos modos de gameplay. Después, porque con las últimas ganas alcance y potencia directa; aunque de secundarias nada en mis partidas, a mi me daban la vida. Las especiales de cada tipo no cambian en acción, pero sí en efectos mágicos y otros extras; por ejemplo, quien saque vínculo vital, que se tome esa ronda en serio porque es lo más efectivo del juego.

Hay que encontrar más bien pronto el set con el que estás más a gusto porque evolucionarlo lleva sus horas de juego y carga de consumibles. Conseguir almas, dinero y recursos para ir desbloqueando mejoras es imprescindible en esa espiral de llegar siempre un poco más lejos y más rápidamente, que es donde está la gracia de GetsuFumaDen: Undying Moon. A pesar de que no es rico en movimientos de combate, está muy, muy equilibrado entre lo que te da y lo que te quita para picarte y volver a intentarlo.

Puede parecer duro al principio, pero en tres o cuatro viajes, si inviertes bien, ya notas resultados. Influye mucho haber escogido bien el nivel de dificultad: si está ahí el modo fácil desde el inicio es para usarlo, no para lanzarse de cabeza al medio y morir a las primeras de cambio. Aunque ni mucho menos el estándar es tan complicado si haces un buen uso de recursos en cada partida e inviertes bien. Es con el que yo he avanzado sin problemas.

La rotación y variedad de los mapas no es su fuerte. Ese estilo artístico tan atractivo sirve para camuflar en las primeras pasadas la base cuadriculada sobre la que se asienta y la escasa rotación que se produce en su composición. Este roguelite es lite, pero lite, porque lo único que cambia de partida a partida es la colocación de los enemigos, cofres y portales, así como el equipamiento que vas consiguiendo. La estructura también varía, pero tan poco de una pasada a otra y con tan pocos recursos con los que componer su puzle que bien parece que ya te sabes el mapa por los intentos anteriores.

Tampoco hay que buscarle mucho las vueltas como plataformas, porque no hay reto, dificultad o motivación en saltar de un trozo de tierra a otro más allá de alcanzar otro punto del camino. Ciertos obstáculos de pinchos o lava podrían poner un poco de picante, pero tampoco. Con tan escaso aprovechamiento, no hacía falta una evolución del cuadro en este sentido. Los puntos de teletransporte son la prueba de que el viaje solo es en busca de sangre, aunque tampoco es muy necesario utilizarlos.

Si bien ir desbloqueando pantallas con sus monstruos y mejoras para las armas no es tan laborioso, conseguir los materiales que piden las especiales sí es una pasada. A mi no me da ni para empezar y tengo desbloqueada la habilidad Mísero para no perder mucho con cada muerte. Debe ser uno de los ganchos para que la gente siga horas y horas, como el de desbloquear al resto de personajes ocultos, cada uno con su propio camino hacia el final.

GetsuFumaDen: Undying Moon engancha más de lo que te crees que te va a picar al estrenarlo. Porque, si lo piensas fríamente, le falta variedad y complejidad con la que asombrarte, pero lo compensa en caliente con buen equilibrio, ritmo y atracción visual.