Análisis de Gotham Knights

Los títulos de la serie Arkham desarrollados por Rocksteady y Warner son algunos de los mejores juegos de superhéroes (con permiso de las últimas entregas de Spidey). De hecho, Batman renovó su propio género y lo trasladó a otros juegos con el mismo sistema de combate, como Mad Max. Es una fórmula efectiva, pero con cada nueva iteración su frescura se ha ido diluyendo poco a poco, y para cuando ha llegado Gotham Knights, lanzado exclusivamente en PC, PS5 y Xbox Series, lo cierto es que esperaba un poco más de dinamismo y un par de batarangs bajo la manga aprovechando las ventajas de la nueva generación de consolas. Pero no ha sido del todo así.

Gotham Knights nos mete en la piel (y los ajustados trajes) de los 4 compañeros ayudantes del Murciélago de Gotham. Batman ha muerto, pero su legado sigue vivo en ello, y aunque cada uno tiene sus propias motivaciones y formas de hacer las cosas, todos están de acuerdo en mantener las calles de la ciudad a salvo de los criminales, y trabajo no les va a faltar. Capucha Roja es introvertido, tosco y malhumorado. Pero también es una persona resolutiva, y no tiene reparos en enfrentarse con quien sea, aunque tenga que usar sus manos desnudas. Nightwing, por otro lado, es mucho más rápido y flexible, se especializa en ataques y combos a melé y en movimientos rápidos, y es un líder nato en el grupo. Robin es el más joven e ingenuo del grupo, pero también es un maestro del sigilo y un genio. Tampoco tiene nada que envidiarles Batgirl ni en inteligencia ni en fuerza,y de hecho es el personaje con el que más tiempo he pasado en Gotham Knights, aunque no solo por sus habilidades de detective y hacker, pero ya llegaremos a eso después.

Como nuevos guardianes de Gotham, el deber de los protagonistas es defender a los inocentes y, de paso, esclarecer las causas de la muerte de Batman, una historia intrigante que sacudirá los mismos cimientos sobre los que se ha construido la ciudad. Además de desvelar la existencia del Tribunal de los Búhos, los nuevos Caballeros tendrán que poner orden en unas calles que han estallado en la anarquía tras conocerse la desaparición de Bruce Wayne, y entre las bandas y los viejos villanos que han vuelto a la acción tendremos cientos de tareas que resolver y muchas peleas que zanjar durante cada una de las noches que salgamos de patrulla.

Estas noches pueden considerarse como sesiones de juego per se, ya que puedes decidir en cualquier momento regresar al Campanario, que sirve como guarida al grupo y como centro de operaciones de personalización, o seguir pateando la ciudad hasta que se te acaben las curas o no haya más delitos importantes que resolver. Cada vez que salimos del Campanario tendremos que ir impidiendo varios tipos de crímenes, tanto si son oportunistas (y emergentes) como si son deliberados y resolverlos puede abrirnos una nueva línea de misiones o ruta de coleccionables. Por suerte, todos estos objetivos extra no aparecen todos del golpe en el mapa, sino que se van abriendo poco a poco en el primer tercio del juego. Algo de agradecer, porque hay mucho, mucho contenido en el juego, aunque casi todo es bastante repetitivo.

El título de Warner Bros. Games Montreal destaca en ofrecer diferentes estilos de lucha y una trama realmente buena, pero la ejecución podría haber sido mucho mejor. Esto también se puede aplicar en el cooperativo, porque parece que los servidores no han respondido bien durante la fase de análisis, aunque este aspecto no me preocupa demasiado, porque este tipo de problemas suele ocurrir antes de un lanzamiento en el que el modo online no es la parte esencial. Además, el modo cooperativo a cuatro está en camino, así que poco que objetar ahí. Además, polémicas por no contar con un modo rendimiento a más de 30fps aparte, sí he echado en falta una mayor fluidez en el movimiento del personaje, tanto al explorar como al pelear, porque se sentía muy tosco. Y la IA de los enemigos deja bastante que desear (¿cómo puede sorprenderse cuatro veces seguidas un pandillero de ver a su compañero inconsciente en el mismo sitio donde lo dejé hace cinco minutos?).

Tanto las misiones secundarias como los enemigos tienen muy poca variedad. Encontraremos misiones de detective, misiones de rescate de rehenes y misiones de defender objetivos y acabar con todos los malos. Y fin. Aunque las líneas de misiones principales y las de enfrentarse con los carismáticos villanos de Batman sí son más elaboradas, muchas veces para poder acceder antes hay que cumplir varios objetivos que siempre son iguales, y ese es el fallo más grande que le encuentro al juego. Obligarme a buscar y combatir pequeños grupos de enemigos por la inmensa ciudad es agotador, y más aún es hacerlo con las opciones de movimiento de los personajes, que tampoco me han convencido.

De hecho, la habilidad de Batgirl y su capa con la que planear desde las alturas es una de las razones principales que me hizo elegir este personaje para mi primera partida. Porque los objetivos están tan separados unos de otros y la ciudad es tan grande (y se siente tan vacía) que al final dejé a un lado la batmoto y me decidí a encadenar saltos entre edificios con el gancho, como si de las telarañas de Spider-Man se tratara, pero ni mucho menos tan divertidos como en el juego de Insomniac.

La otra opción es que, aunque puedas cambiar entre cada noche de patrulla de personaje, la progresión de cada uno de ellos es independiente, al igual que lo es su estilo de combate. Por eso y aunque el juego te invite a que intercales segmentos controlando a cualquiera de ellos, seguramente cuando pruebes un personaje cuyo estilo más se ajuste a ti, ya no querrás probar otro. Además, las mejoras en el traje, las armas a melé y las de ataque a distancia son exclusivas de cada uno, de modo que tienes que estar controlando qué modificadores le asignas a cada uno, gastar los puntos de habilidad para cada uno, etc. Por no hablar de desbloquear las habilidades de Caballería exclusivas. En mi caso probé con todos ellos tras unas cuantas horas con Batgirl y ya me resultó imposible acostumbrarme a otro estilo de juego. Para la siguiente partida, seguro.

Porque sí habrá una segunda partida. Quizá en todo este análisis pueda dar la impresión de haberme quedado descontento con Gotham Knights, y no es así. Su historia es cautivadora, y el desarrollo de los personajes está llevado con verdadera maestría. Esas secuencias en las que comparten momentos íntimos o desenfadados más allá de defender la ciudad son pequeñas joyas narrativas, y no me gustaría que ningún fan de las historias de DC se perdiera esta. Me gusta Gotham Knights, pero creo que podría haber sido un juego mucho mejor si hubiera sido más valiente en algunos aspectos y no se hubiera centrado en la misma fórmula Arkham sin saltarse ni una coma de la receta. Algunos problemas de Gotham Knights tiene solución. Otros, no tanto. Pero a pesar de todo, merece la pena acercarse a esta nueva aventura y buscar tu camino como nuevo Caballero de Gotham.