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Diablo IV

Impresiones de la beta cerrada de Diablo IV: ¿El mejor regreso a Santuario?

Hemos cortado, rebanado, apuñalado y aterrorizado a demonios durante nuestra estancia en Santuario, y hemos disfrutado cada segundo de ello.

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Si te mostrara los sonidos de pergaminos, pociones curativas y una llave cayendo al suelo, probablemente podrías adivinar de qué juego proceden en un segundo. Hay pocas series de juegos que puedan identificarse tanto por su sonido como Diablo. Me alegra informar de que esto sigue siendo un elemento básico en la cuarta entrega. Cuando empecé la beta abierta del esperadísimo Diablo IV, el primer día no pude jugar mucho. Tuve que hacer cola y esperar durante más de una hora. Una vez dentro, me echaron tras una hora de juego. Sin embargo, todo esto era de esperar, y el segundo día estos problemas ya se habían resuelto.

Lo primero que llama la atención es lo familiar que resulta todo. En esencia, Diablo es un juego de rol que quería centrarse en las secuencias de acción y minimizar la narrativa. Masacrar monstruos siempre ha ocupado un lugar central, y yo siempre lo he disfrutado, sin embargo, también he querido ver más del mundo y sus habitantes, y Diablo IV sorprende por la cantidad de narración. Con un nuevo trabajo de cámara (tu personaje aparece y habla), más personajes con los que hablar que antes y muchas escenas, Diablo abre nuevos caminos. Si tenemos más narrativa, tiene que ser de calidad suficiente para resultar interesante, y mis primeras impresiones con Diablo IV es que a veces lo es.

Diablo IV
El arte no es solo oscuro, es fantástico.

Me encanta reflexionar sobre los libros de arte, escuchar a Deckard Cain hablar sobre algún monstruo o simplemente saber un poco más sobre el mundo. En Diablo IV, mi experiencia es que Blizzard ha puesto un esfuerzo extra en dar más sentido al mundo y sus gentes, y esto también incluye lo sobrenatural. Hemos aprendido cosas sobre los personajes principales en anteriores entregas y aquí no hay cambios. Inarius, un arcángel que ha sido desterrado, asume el papel de figura paterna, y el contraste con el mal es un punto focal. Luego está Lilith, un demonio e hija de Mefisto, que se presenta como la madre de Santuario. Ambos crearon una vez el mundo, pero ahora están en conflicto entre sí. Todos y todo cae directamente entre estas fuerzas y algunos otros intentan manipular los acontecimientos a su favor. Aunque reconocía a los personajes, seguía queriendo saber cómo acaba todo. Las misiones principales siguen a la colosal confrontación, el último aliento de Horadrim, pero la mayor parte estaba guardada bajo llave en la beta. Por respeto, no revelaré la trama, pero lo que sí puedo decir es que estoy deseando seguir el viaje hasta su final.

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La jugabilidad también es relevante. Lo que me sorprendió fueron todas las actividades del mundo. Todas las pequeñas misiones secundarias y todos los pequeños acontecimientos del mundo que se sucedían. Había repetición en el diseño de los eventos, pero la mayoría de las misiones tenían una buena actuación de voz e historias interesantes. Podían tratar desde un exorcismo hasta el entierro de un niño o la salvación de un amigo, y me gustó la calidad de muchas de ellas. Hablaban de la vida en las ciudades, la influencia de los demonios, la tristeza y la esperanza. Pero, por desgracia, las actividades eran de naturaleza repetitiva. Hay caravanas o individuos a los que debes proteger que se repiten, y aunque no tienes por qué hacerlas, espero que veamos algo más de variedad en el juego completo.

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El creador de personajes te permite diseñarlos. El mundo es atractivo y bello.

Está claro que Diablo IV sigue los pasos de la tercera entrega y de Immortal. Está hecho para dar cabida a muchos jugadores y ser una experiencia más social. Me lo pasé en grande matando a uno de los jefes del mundo y correr en grupo fue una pasada. Esto se ve reforzado por las clases, que tienen algunas sinergias interesantes, por ejemplo, un mago de hielo se presta bien a alguien que puede hacer mucho daño. Aun así, es cuando estoy solo corriendo por una vieja cripta entre tumbas y pergaminos cuando Diablo está en su mejor momento. Las batallas en estos lugares son igual de fantásticas y yo diría que son las mejores de la serie.

Elegí jugar como Hechicera. El Bárbaro y el Pícaro también son buenas clases en Diablo IV, pero preferí la Hechicera. Esta clase destroza los entornos con magia y, por desgracia, no pude probar al Druida ni al Nigromante en la beta para comparar, ya que estaban bloqueados. Desde el principio, opté por especializar a mi mago con habilidades eléctricas, ya que lanzar rayos que rebotan y fríen literalmente a los monstruos es divertido. Descubrí que todas las habilidades tenían una utilidad, y que el único problema era que sólo podía subir de nivel hasta el 25. Esto me obligó a renunciar a otras habilidades, como las de fuego y hielo. En cuanto al desarrollo de la clase, el árbol de habilidades está dividido en ramas por las que te mueves. Solo puedes avanzar si has puesto un punto en la habilidad anterior y, para llegar a la siguiente rama, a menudo necesitas adquirir un cierto número de habilidades antes de poder elegir otras más poderosas. Es sencillo, intuitivo y funciona de maravilla.

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Todos los sistemas para mejorar a tu personaje te permiten diseñar formas únicas e interesantes de pintar las paredes con sangre.

Para ayudar a tu personaje a sobrevivir más allá de tus poderes en la batalla, existe un sistema clásico de objetos. Tu equipo está en tu mochila y, en términos clásicos, tú eliges qué ponerte y qué meter en tu mochila. Lo que destaca es que no tienes portales, pergaminos de identificación ni montones de pociones. Esta vez tienes una serie de pociones de salud al principio que puedes mejorar con recursos que encuentres en la naturaleza, y que dependen del nivel en el que se encuentre tu personaje. Al completar ciertos desafíos del juego, también puedes aumentar la cantidad de pociones que puedes llevar. Al igual que en Diablo III, los enemigos dejan caer objetos rojos, que puedes recoger para aumentar el número de pociones. Es simplista y ágil, y claramente una mezcla de Diablo II y III.

En las ciudades también puedes vender, comprar, mejorar, desguazar y añadir bonificaciones mágicas a tu equipo. Yo aproveché para despejar cuevas especiales para desbloquear poderes en los que luego podía gastar dinero y recursos para mejorar mis armas o armaduras con efectos adicionales, como barreras a tu alrededor si clavas tu espada en un enemigo difícil. El clásico sistema de gemas también está de vuelta, y puedes juntarlas para crear otras más grandes y poderosas del mismo tipo. Al igual que antes, las piedras proporcionan aumentos porcentuales a las habilidades de tu equipo.

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El mapa es enorme y va en sintonía con la historia.

Una vez equipado, blindado, mejorado mágicamente y adentrado en el mundo, te darás cuenta de lo grande que es el juego. Se tarda tiempo en recorrer el mundo entre todos los enemigos, y aunque en la beta no se tuvo acceso el tiempo suficiente para adquirir caballos, estos están presentes para ayudar a cruzar grandes distancias. Por supuesto, también hay portales de teletransporte como antes, pero son escasos y ya no existen en las cuevas, sino solo en las ciudades del mapa del mundo. Sin embargo, no pienses que esto significa largas distancias sin que ocurran muchas cosas. Al contrario, te atacan constantemente, te encuentras con misiones secundarias todo el tiempo, además de encontrar cuevas y eventos. A veces podría decir que el juego te lanza demasiadas cosas con demasiada frecuencia, pero me divertí con la beta cuando funcionaba. La jugabilidad es buena, a pesar de algunos jefes y eventos repetitivos, y la historia me gusta. La variedad de enemigos también es genial, sin embargo, no es perfecta y espero que no tengamos problemas técnicos como lo que ocurrió el primer día de esta beta en el lanzamiento.

Los mayores fallos y preocupaciones que he encontrado hasta ahora han sido técnicos. Lag, rebobinar pasos y demás, porque el servidor no reconoce lo que has hecho. También está el hecho de que te arranquen y tengas que esperar horas para volver a conectarte. Hay muchas cosas que decir sobre este problema, y todas son consecuencia de tener que estar conectado a internet en todo momento. Otras preocupaciones son demasiado pronto para decir nada ahora mismo.

Me divertí mucho con la beta y Diablo IV cuando funcionaba, y parece que será uno de los juegos más destacados del año para mí. Puede que lo juegue "mal" según los desarrolladores, pero sigue siendo más divertido jugar solo que acompañado. A pesar de su enfoque online, creo que la base de un buen juego está aquí. En su mayoría, hay buenas mejoras en los sistemas anteriores y parece que puedo personalizar mis habilidades de muchas maneras. La historia es atractiva y el combate es probablemente el mejor de la serie.

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Los jefes del mundo son divertidos. Ofrecen una forma rápida tanto de morir como de llenarse los bolsillos de objetos legendarios. Veremos lo fácil o difícil que será llenar todas las ranuras de equipo con legendarios antes del nivel 25 en la edición de lanzamiento.

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