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Xenoblade Chronicles 3

Impresiones: Xenoblade Chronicles 3 arranca potente pero con jugabilidad descafeinada

Pateamos Aionios en las primeras horas del juego. Tenemos muchas cosas buenas que decir y algún temor que esperamos que se disipe.

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Xenoblade Chronicles 3

Lo reconozco, no he jugado mucho a las entregas anteriores de Xenoblade Chronicles. Conozco por encima la historia de los dos numerados (especialmente la del primero, que según parece iba a conectar de forma más o menos clara con este Xenoblade Chronicles 3) pero debo insistir en que puede que haya algunos detalles que se me pueden escapar y que un veterano de la serie puede detectar antes que yo. También está claro que en estas primeras impresiones me estoy centrando únicamente en las primeras horas de juego, y como en todos los grandes JRPG, tanto sus mecánicas como su historia se van abriendo muy poco a poco.

Dos naciones (Keves y Agnus) que se enfrentan usando a jóvenes en una guerra incuestionable y en la que ambos bandos están siempre igualados y todo parece carecer de sentido visto desde fuera. Vivir y morir es su única misión, y la mayor aspiración que tienen es cumplir los 10 años de vida en servicio para tener una ceremonia final delante de su reina y desaparecer del mundo con honores de héroe. Y así es donde nos ponemos en la piel de Noah, uno de los miembros de Keves y portador de una Blade roja similar a la espada Monado de Xenoblade Chronicles 1. Aparte de ser clase espadachín Noah es un Eximios, una especie de capellán de campo que tras la batalla toca su flauta para dar una despedida honrosa tanto a amigos como a enemigos. Junto a él siempre van, desde la infancia, Lanz y Eunie. El primero es un típico fanfarrón que cumple a rajatabla la pose de tipo duro pero sensible, y la segunda es una audaz tiradora con funciones de sanación y apoyo a distancia.

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Son parte de las fuerzas especiales de Keves, y cuando les asignan una misión de investigar una fuente de energía desconocida en una zona neutral del conflicto, acuden sin dudar. Enseguida perciben que hay algo raro en las maniobras de su facción , y que lo que les contaban que era una misión rutinaria acaba siendo un conflicto con las fuerzas especiales de Agnus y un tercer bando que, a su vez, lucha contra unos poderosos enemigos en las sombras.

Durante la batalla estos enemigos desconocidos obligan a replantearse a Noah y sus amigos el unir fuerzas con Agnus, cuyos luchadores resultan ser la otra mitad del equipo de Xenoblade Chronicles 3: Mio, Taion y Sena. Mio es de clase Céfiro, porta unas hojas circulares y hace ataques mientras centra al enemigo sobre ella. Taion es un Táctico que usa poderes basados en el éter, mientras que la pequeña Sena nos engaña por su tamaño, ya que tiene como clase Ogro, especialista en ataques pesados con un enorme martillo. Tras comprender que este nuevo enemigo les supera ampliamente deciden dejar atrás sus diferencias y enfrentarse al ser desconocido, se produce un hecho insólito: Mio y Noah se complementan en un único ser parecido a un 'mecha' llamado Uróboros, que multiplica sus poderes y hace que ambos personajes queden unidos y complementados. Tras una batalla y algunas revelaciones que no pienso estropear a nadie, los 6 personajes parten juntos hacia un lugar donde esperan obtener respuestas a sus incógnitas. Como veis, la trama se va complicando a cada segundo que pasa, y realmente todos estos giros de guion y frentes abiertos ocurren durante las primeras 3-4 horas de juego. Y la historia engancha, de verdad. Ya se pueden atisbar algunos intereses en el plano romántico incluso, y también algunos clichés propios de la cultura pop japonesa y del anime que se agradecen para no perderse en la complejidad de la perspectiva general.

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Aionios es el mundo más grande y más detallado visto en toda la serie, eso sí lo puedo afirmar desde ya. Hay un montón de escenarios y enormes biomas con áreas enormes llenas de monstruos, puntos de interés e infinidad de objetos que recoger, aunque lo cierto es que cuesta verles una utilidad a todos ellos, porque además de su variedad, cada uno de ellos tiene a su vez un subtipo dependiendo de su rareza. Los escenarios son abrumadoramente grandes, preciosos por su nivel de detalle, y con un diseño de lo más inteligente, mezclando varias alturas y niveles a los que acceder por rutas distintas (e incluso desde otros territorios). La variedad en los monstruos también me ha llamado mucho la atención y para bien, porque además (y dependiendo de a qué nivel hayas ajustado la dificultad general del juego), incluso los más habituales pueden ponernos en un aprieto si se acumulan varios enemigos durante el combate. Los ataques especiales de los protagonistas tienen además un tiempo y un modo de carga distinto para cada uno, a lo que sumado a los efectos secundarios vitales para conseguir ventaja en batalla, hace que los combates en tiempo real se vivan con intensidad y con cierta estrategia, incluso aunque solo queramos llevar siempre al mismo personaje.

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Pero lo cierto es que estas primeras partes del juego sirven únicamente para desgranar parte del trasfondo de los protagonistas y para aprender los puntos básicos del combate, la recolección de objetos y cómo moverte por el mapa y completar las misiones y recados, que son los habituales en el rol japonés. También hay una introducción a las clases de cada uno y a sus habilidades especiales, de las que es imprescindible aprender y utilizar en el momento adecuado. Pero lo cierto es que hasta este momento no he visto nada que me haga destacar el juego como algo tremendamente rompedor dentro del género. Por supuesto que esto es únicamente un temor subjetivo y que seguro que habrá más de una y de dos sorpresas cuando vaya avanzando por la historia, pero al momento de escribir estas líneas tanto los combates, como los encuentros con los monstruos y los NPC se hacen algo monótonos y repetitivos por el ritmo actual. También la desmesurada cantidad de objetos, estadísticas y modificadores que hay en el equipo, las artes y los ataques marea un poco solo de pensarlo. Pero realmente son sentimientos aislados dentro de la experiencia completa que luego los verdaderos puntos fuertes en el juego se encargarán de hacer brillar en todo su esplendor. Xenoblade Chronicles 3 me tiene enganchado por completo, y estoy deseando poder contaros en profundidad todos los detalles muy pronto.

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