Análisis de Madden NFL 23

Los últimos años han sido un desastre para los juegos de Madden. El año pasado quise lanzar el mando por la ventana constantemente porque Madden NFL 22 era extremadamente frustrante. Tenía un montón de problemas y a EA Sports parecía no importarle en absoluto. Es por ello que me preocupaba que la edición de este año, Madden NFL 23, un tributo al recientemente fallecido John Madden, fuese tan mala como la anterior. Por suerte, esta se trata de la mejor entrega de la serie en años. Desde luego que no es perfecta, pero está lejos de las pifias que nos hemos encontrado ultimamente.

Es en el campo de 100 yardas (más zonas finales) que se hace notar la mayor de sus diferencias. Los momentos en los que los oponentes pueden hacer intercepciones sin ni siquiera mirar al balón han desaparecido por completo. Algo que me molestaba enormemente este último año era que los oponentes pudiesen levantar los brazos sin saber siquiera si el balón iba hacia ellos y acabar atrpándolo. Durante el tiempo que he jugado, no he visto tal cosa ni una sola vez. Y solo he visto una vez como la mano de un jugador atravesaba a otro para coger el balón, algo que pasaba constantemente el año pasado. Cosas como esta son las que hacen que sea más divertido jugarlo, cuando la frustración desaparece. Sí que es cierto que todavía persisten algunas animaciones toscas cuando el balón bota entre tres jugadores que no consiguen atraparlo y lo tratan como una patata caliente. Por suerte, los receptores ya no tienen manos de mantequilla y la mayoría de las veces que se les escapa el balón es porque están presionados por el oponente. Algunas veces se les ha caído estando completamente solos, pero es algo que también pasa en la realidad.

Parece que este año EA Sports ha decidido centrarse más en la tal vez no tan atractiva parte de la simulación en lugar de en el estilo arcade, lo cual tras los últimos años es una buena elección. Las animaciones de los jugadores están mejor hechas y los defensores parecen más inteligentes que antes. Una de las mejoras más visibles sobre el campo son los pases del quarterback. Ahora se muestra un medidor de precisión y recibes feedback tras cada lanzamiento indicándote si estaba bien calculado o no. La sensación es mucho mejor que antes. De eso se trata este año, las sensaciones son distintas, aunque el juego no lo parezca. Los gráficos, que siguen siendo buenos, son básicamente los mismos con unos cuantos añadidos aquí y allá. Los colores, por ejemplo, son mejores. Como ya he mencionado, los defensores son más listos y tratar de buscar un pase perfecto resulta un desafío. Mantente con la pelota un segundo de más y tu mariscal de campo será derribado sin miramientos. Lo único de lo que me puedo quejar en cuanto a los partidos es que algunas animaciones entre jugadas se hacen repetitivas, los clips del público no están tan logrados y los comentaristas repiten cosas con frecuencia.

En cuanto a modos de juego no hay muchos cambios. Hay exactamente lo que te puedes esperar. Ultimate Team sigue siendo el plato fuerte y EA Sports está quitando de en medio todo lo que te pueda mantener alejado de dicho modo. Lamentablemente, la serie Madden está a años luz detrás de FIFA, NBA 2K y MLB The Show en cuanto a este modo de juego. No tiene la misma calidad, aunque hayan intentado ajustar las cosas para intentar contentar a todos los tipos de jugadores. Hay modos en línea para competir con otros, pero también desafíos (con los que puedes desbloquear nuevos jugadores) y el equivalente a las Squad Battles de FIFA en las que puedes jugar contra otros equipos controlados por la máquina. Tras cada partido, se te otorgan puntos en función de la dificultad, tus resultados y desempeño en el campo, para escalar posiciones en el ranking semanal. La mayor diferencia este año está en el nuevo sistema de temporadas. En vez de conseguir puntos y subir entre el nivel 1 y el 100 a lo largo del año, hay varias temporadas más cortas. Sigue habiendo la habitual progresión del nivel 1 al 100 en la que los puntos se consiguen con hitos y otras cosas similares, pero ahora también nos encontramos una temporada competitiva en la que los puntos se ganan en partidos en línea. Por último, también están las temporadas con programas específicos. De vez en cuando, aparecerán nuevos programas con nuevos sobres de cartas. El primero se llama Headliners (estrellas) y se mantendrá durante dos meses. Posiblemente aparecerá alguno nuevo mientras tanto o una vez pase este tiempo. En cada una de las tres temporadas recibirás recompensas por cada nuevo nivel. Pueden ser monedas, sobres de cartas o jugadores.

El modo Franquicia está de vuelta, y lo está tal y como era el año pasado. Porque como en casi todos los juegos de deportes, este es el modo de juego que recibe menos atención. Hay un nuevo sistema de búsqueda de talentos y eso es prácticamente todo. Diría que cualquier otro juego de deportes grande tiene un modo Franquicia mejor que Madden. En cuanto al modo campaña, Face of the Franchise (el rostro de la franquicia), EA ha decidido apostar por algo más modesto. Adiós a la larga historia con montones de secuencias cinematográficas. La narrativa habitual de un joven talento aspirando a llegar a lo más alto ha sido reemplazada por ponerse en la piel de un jugador (quarterback, corredor, ala abierta o defensor) que espera tener otra oportunidad en la NFL. Podemos escoger directamente en que equipo queremos jugar, pero algunos son mejores para nuestro tipo de jugador que otros. Hay algunas secuencias cinematográficas cortas, pero en su mayor parte todo gira en torno a una dinámica de semana tras semana de entrenos, tal vez hablar con alguien de la organización y jugar los partidos. Si se trata de una mejora o no depende de lo que te esperes del modo. Si quieres una experiencia larga, como si fuese una gran película, es un largo paso hacia atrás. Si prefieres centrarte en jugar partidos con alguna interrupción puntual, es exactamente lo que buscas.

¿Os acordáis de The Yard? No muchos lo hacen. Se trataba de un modo de juego que se supone que era el equivalente al fútbol callejero, como Volta pero con fútbol americano. Al principio pensé que el modo había desaparecido ya que no estaba en el menú. Pero ahora está escondido en el modo campaña. Otra señal de cambio en el tono de la edición de este año.

EA tiene una buena base sobre la que construir sus futuras entregas. Han acertado de pleno al apostar más por la experiencia de simulación, tal como el propio John Madden creía que debía ser el juego. Y en un juego que se centra en rendir homenaje a Madden, más allá de los gráficos y todo lo demás, alegra ver que la serie parece tomar la dirección correcta. El problema es que un juego como este aparece una vez cada unos cuantos años. Algo sobre lo que construir, sobre lo que al final nunca se construye. Aun así, este es el mejor juego de la serie que hemos tenido en muchos, muchos años y la experiencia sobre el campo da una sensación mucho mejor. La mayoría de los modos de juego siguen algo por detrás de otros títulos de deportes, pero, en general, este es un gran paso en la buena dirección. Un primer down, por así decirlo. Esperemos que el año que viene consigan anotar un touchdown.