Ryan Shore sonará en más juegos

En esta vídeo entrevista grabada en Úbeda, el compositor Ryan Shore atiende a las cámaras de GRTV mientras los músicos ensayan el concierto de videojuegos Play Fest. La charla trata del lugar de la música en los juegos y de los proyectos de Shore, incluyendo la BSO del recién lanzado Spy Hunter.

El remake del clásico es el primer trabajo de Shore en el sector de los videojuegos. Como se trata de un juego de velocidad y disparos, "tuve un rol más prominente porque no hay diálogos, así que pude escribir una música que fuera sobre la energía del juego". El músico celebra que el juego "me dio la oportunidad de escribir una música que no me habían pedido antes" y explica los instrumentos y técnicas que empleó para 'remezclarlo' todo. "Es un sonido muy contemporáneo".

Shore también repasa en el vídeo su experiencia componiendo piezas para temáticas bélicas. En realidad, todo depende del contexto de la película o del videojuego en cuestión, pero "creo que en general la música es emociones. Es lo que quieres que el público sienta".

Y después de Spy Hunter, los jugadores podrán esperar la música de Ryan Shore en más juegos, pues "sin ninguna duda quiero hacer más videojuegos, esto me ha encantado. De hecho, estoy negociando otro juego que no puedo comentar en estos momentos. Los videojuegos han sido una oportunidad muy emocionante para llevar lo que he aprendido y explorado en el cine a otro medio. Ha sido fantástico".

Finalmente, no pudimos evitar preguntar a Ryan por su tío Howard Shore, el aclamado compositor de las bandas sonoras de películas como la trilogía El Señor de los Anillos, El Hobbit, El Silencio de los Corderos o La Habitación del Pánico. El músico no ocultó su admiración e inspiración:

"Cuando comencé a trabajar de forma profesional, lo hice para Howard. Seguro que hay alguna influencia, porque fue el primer compositor de cine sobre el que supe. Conozco su música muy, muy bien (...) También espero desarrollar mi propio sonido, pero son otros los que deben juzgar eso".

Como nota curiosa, atención a cómo Shore sube y baja el volumen de su voz suavemente sincronizado con el ensayo de la orquesta, para no molestar. Los músicos, sencillamente, lo llevan dentro.