Español
Gamereactor
análisis
Project Zero: Mask of the Lunar Eclipse

Análisis de Project Zero: Mask of the Lunar Eclipse

Måns no ha podido evitar maldecir este anticuado remaster del juego de terror de 2008, en el que ha tenido que fotografiar terroríficos fantasmas.

Suscríbete a nuestra newsletter

* Campo obligatorio

Todos sabemos que los japoneses destacan en la creación de contenido de terror. Desde tiempos inmemoriales, han sacado títulos oscuros como churros, tan espeluznantes y cargados de terror psicológico que en numerosas ocasiones me han hecho querer saltar por la ventana. Las películas japonesas han llevado a más de un productor ejecutivo a entrar en pánico y llamar a algún director poco preparado para que saque un remake innecesario. Este ambiente de película de terror es precisamente el que Koei Tecmo ha logrado transmitir en Project Zero, nombre que recibe el juego en Europa; Fatal Frame, como lo llaman en Estados Unidos; o Zero, nombre original del juego en Japón. Como sabemos, nuestros queridos niños pueden tener muchos nombres.

La ambientación es sencilla e increíblemente eficaz. Me dedico a vagar por una casa abandonada y perdida de la mano de Dios, utilizando tan solo una cámara como «arma». La Cámara Oscura es mi única defensa contra los fantasmas que acechan el edificio y por todas partes puedo ver viejos periódicos y cartas que narran historias espantosas sobre aquellos que murieron en el lugar. Esta saga tiene cinco videojuegos en total, aunque a mi juicio, el primero y el segundo son los que más evocan la sensación de auténtico terror. De hecho, el director de la segunda parte declaró que el juego era tan aterrador que los jugadores tenían miedo de terminarlo. La cuarta entrega, Mask of the Lunar Eclipse (para Wii), nunca salió fuera de Japón, pero actualmente, debido a la tendencia a sacar remasters y remakes, se ha adaptado a todas las plataformas.

Project Zero: Mask of the Lunar Eclipse

En su momento, me encantó esta saga. Jugarla fue una experiencia muy estresante que no dejaba de acelerarme el pulso. No lograba sacudirme ese sentimiento constante de que algo me acechaba. Estos juegos fueron una larga experiencia de absoluto terror y no conseguía deshacerme de la sensación de pánico, incluso tras cerrar el juego. Sin embargo, ahora que me encuentro de nuevo en un entorno maldito, donde espíritus infames tratan de evitar constantemente que averigüe qué ha ocurrido realmente, me doy cuenta de que por desgracia el tiempo no ha tratado bien a Project Zero: Mask of the Lunar Eclipse. Las mecánicas del juego están tan malditas como los fantasmas de Isla Rougetsu y los jump scares no fueron la única razón por la que quise tumbarme en el suelo en posición fetal.

Llego a la isla remota jugando el personaje de Ruka, una chica que trata recuperar sus recuerdos de lo que pasó en ese mismo lugar años atrás, cuando era solo una niña. El hospital, que ahora es un hotel, está muy deteriorado y casi puedo sentir la melancolía que desprende. El aire está lleno de polvo y la pintura de las paredes comienza a desprenderse. Los muebles son viejos y están ya desgastados y a mi alrededor hay elementos que me transportan a tiempos pasados: páginas amarillentas de agendas y periódicos que me van conduciendo hacia la terrible verdad. Cada pequeño paso me empuja, lento pero seguro, hacia la locura, y no puedo dejar de pensar en que quiero salir corriendo de este lugar. Quiero escapar a algún sitio más agradable, cambiar los tonos grises, la oscuridad y el olor a moho por vegetación, luz solar y aroma a madreselva. Eso es precisamente lo que Project Zero: Mask of the Lunar Eclipse transmite mejor: un terror claustrofóbico que cubre el destartalado edificio como si de una sábana mojada se tratase, ahogando todo lo hermoso. No puedo evitar sentir miedo al dar mis primeros pasos temblorosos hacia lo desconocido.

Publicidad:
Project Zero: Mask of the Lunar Eclipse
No olvides nunca mirar a tu espalda. Todo tipo de putadas pueden aparecer cuando menos te lo esperas.

Tras los capítulos iniciales, una vez el juego pierde el factor de la novedad, deja de ser tan divertido. En ese momento se nota que no ha envejecido tan bien, ya que la dinámica empieza a ser de retroceder constantemente sobre tus pasos, comprobar puertas cerradas en secuencias de animación innecesariamente largas y vagar por los mismos pasillos para ver si algo ha cambiado desde la última vez que estuviste en ellos. El juego avanza muy lentamente, más aún si se tiene en cuenta que el personaje camina a paso de tortuga. Incluso cuando corro, no va muy rápido, y aunque entiendo que esto es así para aumentar la sensación de indefensión y vulnerabilidad, resulta bastante frustrante. Sobre todo al tener en cuenta que ningún otro aspecto del juego cumple mis requisitos (bastante básicos) de control del juego.

Girarse es como dirigir un crucero acorazado a través de un mar agitado, sobre todo cuando hay que hacerlo rápido. Por ejemplo, cuando oigo una voz detrás de mí, entro en pánico y tengo que sacar la cámara, girarme, intentar hacer zoom a la criatura que me respira en el cuello y sacarle una foto en el momento justo. Las pistas son vitales para buscar a mis amigas perdidas, pero lograr encontrarlas y recogerlas resulta muy complicado. El entorno está casi siempre sucio y abarrotado, así que es difícil encontrar algunos objetos, aunque tengan un ligero brillo azul que indique su presencia. Además, también está el problema de las secuencias de animación innecesariamente largas: cada vez que recojo un objeto importante, tengo que mantener pulsado el botón B (Xbox) para que mi mano se estire con extremada lentitud y lo agarre. Puede parecer tan solo un detalle, pero si me muero poco después, tengo que repetir la secuencia al completo. A diferencia de otros juegos modernos, no hay forma de saltar estas escenas y mi progreso también retrocede hasta mi último guardado, así que no solo tengo que matar a los mismos fantasmas con la cámara, sino que también tengo que recoger los mismos objetos.

Project Zero: Mask of the Lunar Eclipse
Una habitación inusualmente acogedora, bañada en luz. Al menos en comparación con el resto de alojamientos de Project Zero: Mask of the Lunar Eclipse.
Publicidad:

Dicho esto, Project Zero: Mask of the Lunar Eclipse es una experiencia cautivadora y el estudio ha hecho un buen trabajo a la hora de actualizar el diseño gráfico y el sonido. Cuando pisas una sala oscura como la boca del lobo por primera vez, iluminas las paredes con la linterna y, de pronto, oyes una risa histérica o un grito ahogado, no puedes evitar sentir escalofríos e incluso pegar un salto en tu asiento. No llega a ser tan aterrador como para que quiera dejar escrito mi testamento, pero sí que provoca un cosquilleo letal, probablemente por tener que enfrentarme al peligro sin estar armado hasta los dientes. En la mayoría de juegos en los que me encuentro en la misma posición de vulnerabilidad, suelo tener un arma en la mano, lista para el momento en que la necesite. Aquí mi única defensa es la cámara que llevo guardada, así que el miedo es constante. Además, nunca puedo estar preparado para la batalla, porque siempre está presente la sensación ominosa de que cualquier criatura podría estar esperándome al doblar la esquina, preparada para despedazarme.

Con la ayuda de unos cristales espirituales, se puede mejorar la Cámara Oscura y la linterna, así que se va volviendo más fácil defenderse contra el peligro. Aún así, nunca he podido sentirme seguro, porque cada encuentro repentino implica tener que llevar a cabo una rápida secuencia de acciones antes de poder contraatacar. A veces llego al final del camino y tengo que resolver un puzle para continuar. Estos puzles están bastante bien, porque no son excesivamente complicados, pero algunos son lo suficientemente difíciles como para tener que darles un par de vueltas. Muchas veces, al ver que la solución estaba ante mis ojos, no pude evitar reconocer que estaban muy bien pensados.

Project Zero: Mask of the Lunar Eclipse
El ambiente es encantador en todo momento.

Me alegra haber podido tener la oportunidad de jugar el cuarto título de esta saga tan querida, aunque da la sensación de que se mantiene un poco anticuada, con problemas que destacan bastante como las mecánicas caóticas o la necesidad de volver constantemente sobre tus pasos, que resulta muy frustrante. Sin embargo, la dinámica de juego (poder jugar con diferentes personajes, la resolución de problemas innovadora, la historia cautivadora y, a riesgo de sonar como un disco rayado, la fantástica ambientación) hace que los aspectos positivos destaquen más que los negativos. Para los fans del género y de esta serie de videojuegos en particular, Project Zero: Mask of the Lunar Eclipse resulta una buena incorporación a la colección.

06 Gamereactor España
6 / 10
+
Gran atmósfera, historia sólida, puzles atractivos
-
Controles toscos, mucho retroceso y muchas escenas innecesarias.
overall score
Media Gamereactor. ¿Qué nota le pones tú? La nota de la network es la media de las reviews de varios países

Contenido relacionado



Cargando más contenido