Análisis de Splatoon 3

La serie Splatoon es todo un referente y un subversivo dentro de Nintendo. Un shooter multijugador que en otros tiempos sería algo impensable para la casa de Mario, pero que gracias a la confianza en un pequeño grupo de promesas se ha convertido en una de las propiedades más importantes de Nintendo. Con una primera entrega prometedora y una segunda realmente sobresaliente, parecía que no había mucho más que ofrecer, pero Splatoon 3 es rizar el rizo del tentáculo, y ha tocado justo lo que tenía que tocar para justificar un lanzamiento completo.

Vaya por delante un par de aclaraciones antes de leer éste análisis. La primera es que si esperabas un cambio revolucionario en su estructura o en sus mecánicas, ya puedes irte olvidando. Splatoon 3 añade cosas, sí, especialmente en su precioso apartado gráfico, pero su multijugador es muy continuista del de Splatoon 2, y recomiendo pasar por nuestro análisis de la segunda entrega antes de seguir leyendo, porque casi todo sigue vigente aquí. La segunda es que teniendo en cuenta las limitaciones de acceso a los servidores en los días previos al lanzamiento del juego, aún tengo mucho más que indagar en el modo multijugador antes de dar mi veredicto final a esa parte, y que actualizaré debidamente tras unos cuantos días de partidas online abiertas. Dicho lo cual, voy a empezar destacando lo que realmente más ha cambiado del juego: El nuevo modo historia.

El modo para un jugador de la serie Splatoon ha sido anteriormente más como un complemento gracioso o un campo de pruebas donde practicar el uso de las armas y objetos cuando no estamos a tiros (de pintura) en el multijugador, pero aquí toma más elementos de la Octo-Expansión de Splatoon 2 y el lore de toda la serie para presentarnos algunas respuestas sobre qué le ocurrió a la humanidad y el por qué de esta guerra entre inklings y octarianos. Ahora tenemos dos zonas nuevas: la ciudad de Tintelia y la región de Alterna. La primera ejerce como núcleo principal donde acceder a las partidas online y también a las tiendas de armas, atuendos, accesorios y demás. Alterna en cambio es donde se desarrollará el modo para un jugador. En esta región partiremos en ayuda de un anciano que se encuentra en apuros con la ayuda de las Agentes 1 y 2. Regresan algunos personajes conocidos y hay alguna nueva incorporación, pero parece que habrá más de un giro sorprendente que tendréis que descubrir por vosotros mismos.

Lo que sí puedo contar es que este modo historia tiene un progresión medida y adecuada que, aunque sirva como antesala o momento de desahogo para las partidas online, ofrece un buen puñado de horas en las que disfrutar de docenas de fases a las que accedemos por Pulportales. El problema es que para acceder a ellos primero debemos eliminar una masa de plasma petrificador que sólo podremos eliminar con la ayuda de nuestro pequeño ayudante salmónido: el cenutrín. Este pequeño acompañante se alimenta del caviar rojo que vamos recogiendo por Alterna y con el que se carga de energía para acabar con los núcleos de plasma (y de este modo abrir nuevos caminos).

El cenutrín también marcará objetos ocultos en el mapa, con lo que siempre que aparezca una exclamación sobre su cabeza o salga corriendo de tu espalda hacia un punto cualquiera, dispara al suelo junto a él para revelar la sorpresa. A lo largo de seis zonas iremos superando diversos desafíos que van desde llegar a la meta acabando con los octarianos en el camino, hasta conseguir todo el caviar rojo en el límite de tiempo o desplazarnos por raíles mientras disparamos para abrir el camino antes de caer al vacío.

Deslizarse por la tinta siempre ha sido divertido, pero lo cierto es que el diseño de algunos de estos niveles nos ha hecho estrujarnos la cabeza para poder acceder al siguiente punto de control (hay una en concreto de interruptores ocultos que nme tuvo atrapado más tiempo del que quiero admitir). La nueva mecánica del salto desde la tinta nos permite llegar un poco más alto y eso también se refleja en cómo están construidos los escenarios. Cuesta creer que con tantas fases y sólo algunas pequeñas funciones adicionales se haya podido expandir tanto el juego. El salto y la zambullida te pueden librar de algunas bajas en las territoriales, así que asegúrate de controlarlas a la perfección antes de acceder a ellas.

Estas nuevas habilidades no tendrían sentido si el control de Splatoon 3 no fuera ya una maravilla. Tanto si juegas en modo portátil como en el dock y la televisión, el manejo del personaje, el apuntado y los movimientos son suaves, fluidos y precisos. Aunque el giroscopio es bastante más rápido para girar y apuntar, lo cierto es que enseguida me acostumbre a jugar con él desactivado. Puedes equilibrar la sesibilidad de los controles dependiendo de cómo uses o donde juegues con la Nintendo Switch, así que no tengo más que buenas palabras aquí.

Y si hablamos del control, hay que recrearse un poco también en el arsenal de Splatoon 3. Si bien la mayoría de armas y artilugios con los que pringar de tinta a adversarios como a entorno ya estaban antes, hay un par de ellas que no hay que perder de vista, aunque dominarlas ya es harina de otro costal. El equipo inicial se denomina "de élite", pero lo cierto es que la pequeña pistola con la que empezamos tiene un rango muy limitado, aunque una buena cadencia de disparo. La nueva arma primaria de Splatoon 3 es el arcromatizador. Se trata de un arco de disparo triple muy poderoso pero de recarga lenta, que puede disparar de forma horizontal mientras caminamos o vertical si disparamos en salto. Hace mucho daño, pero es difícil apunta con él. Donde esté el pincel o el dinamorrodillo que se quite lo demás. También hay una nueva arma especial similar a un bazooka que podemos recoger, aunque es un un sólo uso y hay que utilizarla en el momento preciso para que sea efectiva.

Aunque no todos los modos multijugador están disponibles de inicio (de hecho al empezar debes hacer el tutorial antes de pasar a las territoriales) todos ellos son conocidos. Para acceder al multijugador entraremos desde el Vestíbulo una sala previa donde elegir el tipo de partida que deseamos. Las territoriales (Turf Wars) son sesiones 4 contra 4 en las que nuestro equipo tiene que ser el que más tinta hay a esparcido antes de que se acabe el tiempo, al mismo tiempo que tapamos la tinta que manchen los rivales y sacarlos de la arena disparándoles pintura. Durante las sesiones de juego hubo diferentes mapas, y lo cierto es que la variedad y la amplitud se agradecen. El hecho de poder desplegarnos en cualquier sitio con el dron al principio puede dar pie a estrategias que irán llegando una vez el juego salga, así que puede ser interesante estar atento a la parte competitiva.

Salmon Run es el modo cooperativo de cuatro jugadores en los que debemos acabar con hordas de salmónidos mientras cogemos todo el caviar rojo que podamos. Una vez más, he echado en falta un buen sistema de comunicación en el equipo, pero es de esperar que SplatNet 3 funcione también aquí próximamente. Del modo anarquía competitivo no puedo hablar por el momento ya que se desbloquea al nivel 10 y no tuve ocasión de alcanzarlo, pero sigue manteniendo los modos de juego con reglas especiales como Torre.

Splatoon 3 es a la vez una continuación y una puerta de entrada a la serie, porque tiene una jugabilidad que aprendes rápido, y a la que dedicarás tiempo si quieres exprimir por completo el juego. Es un título multijugador redondo que ha escuchado a una comunidad que pedía también mayor experiencia individual y ha cumplido con creces. Había pocas cosas que añadir al sistema sin que éste se descompensase por algún sitio, pero todo lo aportado solo crea nuevas capas de juego y la promesa de muchas horas de diversión online. ¿Splatoon 3 es casi lo mismo de antes? Puede, pero ese "casi" también es con tota seguridad mejor.