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Star Wars: Tales from the Galaxy's Edge

Análisis de Star Wars: Tales from the Galaxy's Edge (Oculus Quest)

Esto no es una historia de Jedi vs Sith, este eres tú con pistolas láser buscándote la vida en otra galaxia.

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No todas las aventuras en galaxias muy lejanas deben ser heroicas. Si algo ha traído la exprimidora Disney a Star Wars es la necesidad de ampliar el rol de protagonistas a personajes más sencillos y mundanos. Cualquier podría ser protagonista de una aventura de acción y payum-payum solo con estar en el lugar adecuado y en el momento correcto. Esa idea motivó a los diseñadores de las atracciones Galaxy's Edge de Walt Disney World y Disneyland Resort, y ahora ha salido de los parques con el videojuego Star Wars: Tales from the Galaxy's Edge para Oculus Quest.

IAMxLAB está detrás de esta producción que es un poco menos cinematográfica que Vader Immortal. Sacudirse toda esa solemnidad que arrastra la trilogía con la que debutó este equipo en Realidad Virtual le ha venido muy bien para ganar en frescura, en alegría y en ritmo de juego. Porque aquí no tratas con uno de los personajes más importantes de la historia de la ciencia ficción, tan solo eres un simple tuercas en una nave de mercancías que tiene la mala suerte de trabajar para un jefe más piratilla de lo que aparenta.

Star Wars: Tales from the Galaxy's Edge
Batuu, refugio de quien no quiere ser encontrado.
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La escena inicial es un tutorial de control, movimientos y combate dentro de la nave. Pero esto no lo sabes hasta que terminas, pues está dirigida como un abordaje por parte de los Guavianos Letales de Tara Rashin, que te obliga a aprender a manejar la pistola, la cápsula de curación, la interacción con las palancas y la extraordinaria herramienta 3-en-1 antes de que te frían en cerebro. No te preocupes, lo conseguirás, escaparás en tu cápsula salvavidas y llegarás a Batuu, donde realmente empieza todo.

Con tres juegos muy semejantes a sus espaldas, el control sobre el personaje que tienes en Tales from the Galaxy's Edge es muy bueno. Las manos responden con precisión, lo puedes comprobar jugando a los dardos espaciales, y el apuntado con pistola es tan bueno como necesitas y tan malo como recuerdas de las películas. Escuchar los efectos de sonido dentro de este escenario y ver pasar los rayos a tu lado siempre es una gozada, pero es que aquí la cosa va de armas de fuego y no de espadas láser (por ahora), así que se le saca mucho más provecho. Pero no es un shooter exagerado, es bastante ligerito y rara vez hay más de tres o cuatro enemigos a la vez en pantalla. Sin embargo, no es fácil ni se puede ir a lo loco.

Star Wars: Tales from the Galaxy's Edge
En este taller se pueden comprar guantes y droides de combate.

Una de las decisiones que más me han gustado del planteamiento es que, en un nivel de dificultad moderado (hay cuatro para elegir), mueres bastante rápido si te dan de lleno. Yo he muerto bastantes veces y todo por no jugar, pues eso, como en las películas. El mundo está a tus pies y debes aprovecharlo: debes agacharte o tumbarte para protegerte y parapetarte detrás de cualquier caja o barril. Porque, mientras el salón de tu casa tenga espacio, puedes caminar por el mundo de juego visible con libertad. Solo cuando llegues a un límite físico, tendrías que mover el muñeco. Como no vivimos en palacios ni lo hemos jugado en una nave industrial (nota mental, probarlo), como mejor se juega es tomando una posición y, en torno a ella, moviéndose un par de metros hasta irse a otro lugar.

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Aquí está uno de los conflictos de la Realidad Virtual, sobre todo si es un título diseñado para ir más allá del fan y llegar a todos los públicos: el movimiento y el mareo. Me afecta más de lo que me gustaría y corre suficientemente bien y estable como para no tener que afectar. Pero quienes aún no estén acostumbrados a caminar en VR, su sistema de teletransporte muy fino y muy rápido. Hasta es un poco trampa a tu favor en los enfrentamientos más difíciles y en el monstruo final.

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El bar de Seezelslak sirve de poco, pero este personaje es muy fino.

Batuu es ese planeta florido y salvaje que los espectadores del cine conocen por las Guerras Clon. Un lugar remoto en el que pasan pocas cosas, pero hasta aquí están llegando los dominios de la Primera Orden. Tampoco es que la historia dé para conocerlo demasiado, pues solo hay cuatro escenarios lineales por los que ir avanzando para cumplir una misión inicial sencilla como es la de recuperar el cargamento. La historia coge color cuando entran en escena C-3PO y R2-D2 "por sorpresa", pues empiezas a sentirte un poco rebelde, pero acaba de forma brusca una vez que haces equipo con ellos. Primer cuento o primera parte, es como debería llamarse exactamente, porque las intensas seis horas de partida que dura culminan con una batalla que deja la trama inconclusa. Llegarán más 'Tales' en los confines de la galaxia, y se verá hacia dónde quieren llevar el juego.

Por cierto, quienes lo terminen y se extrañen por no haber encontrado a Yoda, que completen las misiones secundarias porque se llevarán una sorpresa. Es solo un huevo de pascua muy sencillito, pero cómo iba a quedarse un videojuego VR de Star Wars sin sables láser.

Con esa duración y esos pocos niveles, trasladado a un juego normal sería una crítica, pero en la VR todo va a su ritmo y es bastante aceptable, sobre sabiendo que cuesta 25 euros. Porque todo lo que ofrece, aunque sea reducido, es de calidad. No hay muchas armas, ni muchos coleccionables, ni tipos de enemigos, ni misiones secundarias. Sí hay una buena cantidad de diálogo, perfectamente intercalado entre los niveles a través del comunicador o de encuentros personales. Y si a eso se le suma el doblaje de voz con los actores de siempre como Frank Oz y Anthony Daniels, su acabado narrativo es exquisito (en inglés).

Star Wars: Tales from the Galaxy's Edge
Las armas se quedan sin munición enseguida, pero hay muchísimas.

Si escucharlo da gusto, verlo también es bastante placentero. En la épica de las RTX Serie 3000 y las consolas next-gen, se podría resumir diciendo que las texturas son borrosas y que la imagen es poco nítida. Pero mi punto de vista es el contrario. Oculus Quest 2 te permite tirarte al suelo, girar sin parar, abrirte de brazos para apuntar a lo Matrix y fliparte hasta el infinito sin perder ni un solo momento la orientación y sin un cable que te interrumpa. Todo esto, con un modelado de personajes muy bueno, una fluidez de imagen estabilísima (tira un poco si transmites a una pantalla, como de costumbre) y una nitidez suficiente. El defecto más grande está en los ajustes de resolución dinámica en función de la vista (técnica que sirve para ahorrar recursos), pues a veces coges al juego en renuncio. Claro que queda mucho por mejorar en este aspecto, pero esta es la realidad virtual sin cables de 2020.

Star Wars: Tales from the Galaxy's Edge es una pequeña aventura que te hace conectar con la vida de un superviviente en Batuu de la forma más natural. Sin capa de héroe ni fuerza, tan solo con tus habilidades humanas, unas pistolas y unos drones muy dañinos. Más cerca de The Mandalorian que de El Ascenso de Skywalker, por sencillez y por conseguir mucho sin ser pretencioso.

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Star Wars: Tales from the Galaxy's Edge
Encuentra a Yoda, fácil no será.
08 Gamereactor España
8 / 10
+
Sensación de inmersión y pertenencia. Respuesta de los mandos. Hilo narrativo y ritmo. Actores de doblaje.
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Resolución baja fuera del campo de visión que tarda en ajustarse. IA de los enemigos.
overall score
Media Gamereactor. ¿Qué nota le pones tú? La nota de la network es la media de las reviews de varios países

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