Análisis de Teardown

Después de una larga temporada en fase de Acceso anticipado, Tuxedo Labs ha sacado la actualización 1.0 de su sandbox de atracos y destrucción de estilo voxel, Teardown. Ya completamente disponible, he jugueteado un poco con él, probando su sistema de físicas y sembrando el caos mientras realizaba diversos encargos para ver cómo funcionaba. No voy a hacer mucho spoiler, pero me ha impresionado bastante.

El objetivo en Teardown es llevar a cabo golpes, que pueden ir desde robar un coche o documentos valiosos, hasta cosas más estrafalarias como reducir un edificio a cenizas o lanzar una caja fuerte al océano. En la variedad está el gusto, porque aunque Teardown sea un juego de atracos, la verdadera excelencia de su propuesta viene de la mano de sus físicas y del sandbox destructible en el que opera. Por eso Teardown es tanto un juego de atracos, como de destrucción y demoliciones.

Puede parecer una combinación rara: dar un golpe conlleva sigilo y no dejar huella para evitar que te atrapen. Teardown manda a paseo esa idea y permite al jugador dejarse llevar por sus más alocados deseos de destrucción. ¿Quieres tirar una bombona de propano por la ventana y ver qué daños causa al edificio de enfrente? Adelante. ¿Te apetece entrar en una fábrica conduciendo un bulldozer? Hazlo. ¿Te interesa saber cuánto se tardaría en incendiar una cabaña con un soplete? Ahora puedes saberlo. En el modo campaña individual, mientras no llames la atención de los servicios de emergencia, como por ejemplo haciendo saltar las alarmas o creando un incendio tan grande que delate tu posición, tienes total libertad de acción en el nivel - una vez hayas completado el objetivo que te hayan propuesto y antes de abandonar dicho nivel.

Si eso te parece mucho pedir y lo que te interesa es comprobar si puedes reducir el nivel a cenizas, el modo sandbox es lo tuyo. Personalmente, creo que tener un objetivo a realizar, algo que requiera planificación y una estrategia que llevar a cabo (aunque a veces sea una absurda, sacada de alguna peliculilla de atracos de Hollywood) le da al juego la cantidad necesaria de propósito.

El caso es que no importa cómo prefieras jugarlo, el sistema de físicas y el increíble sandbox son una constante. Da igual que seas un fan del estilo voxel o no, las prácticamente ilimitadas posibilidades de interacción con el mundo de Teardown hacen que el sistema de juego resulte siempre fresco y entretenido. Nunca te parecerá que te estás repitiendo porque siempre hay alguna manera nueva de hacer las cosas, ya sea usando herramientas (como un mazo o un soplete), vehículos (maquinaria de construcción, coches deportivos, barcos...) o manipulando el mundo de formas nuevas y extravagantes (os recomiendo que echéis un vistazo a las físicas del agua y cómo pueden ser increíblemente destructivas si dejamos que se descontrole).

Es una experiencia impresionante, que puede servir como buen ejemplo de lo que puede hacer un juego centrado en las físicas. Las tonterías más grandes acabarán fascinándote y acabarás usando el entorno como una especie de campo de pruebas en el que dar rienda suelta a tu imaginación. No es el tipo de título que juegas día tras día durante semanas pero, ¿cumple su papel como entretenimiento? No hay duda. Y esto va aún más allá gracias al soporte para mods que permite a la comunidad agarrar el toro por los cuernos y crear toda una serie de desafíos y experiencias nuevas por explorar.

A día de hoy, Teardown es un título muy atractivo al que merece totalmente la pena echarle un vistazo si estás buscando algo nuevo y único con lo que entretenerte. Sin embargo, creo que lo mejor está aún por llegar, porque es uno de esos juegos que da la sensación que alcanzarán un nivel insospechado una vez la comunidad lo ponga a prueba.