Análisis de Worms Rumble (PS4, PS5, PC)

¡¿Te puedes creer que la franquicia Worms tiene ya 25 tacos?! En esta industria no abundan las series que tienen más años que uno mismo a la hora de escribir sobre ellas, y que además siguen desprendiendo el mismo aire juvenil que desde el principio. Este es el camino que sigue Worms con su último lanzamiento que redefine completamente el enfoque de la franquicia: Worms Rumble. A los mandos de este siguen estando los creativos chicos y chicas de Team17, y el título recoge en él todo lo que siempre nos ha enamorado de estos gusanos, además de adaptarse a los nuevos tiempos con una experiencia de juego que se sube al carro de los battle royale. No hace falta ni decir que, obviamente, la sensación al jugarlo es bastante distinta.

Worms Rumble es un título multijugador que, aunque prácticamente todo lo que ofrece gira en torno al battle royale, guarda más cosas debajo de la manga. De cualquier modo, si lo que buscas es la clásica experiencia de la franquicia Worms que se basa en un combate de estrategia por turnos, estás en el lugar equivocado. Esos días en los que te rompías la cabeza para planear un buen movimiento que aniquilase o lanzase por los aires a los gusanos rivales ya se han quedado en el pasado, puesto que en Worms Rumble, desde el primer segundo de cada partida, todo el mundo irá buscando sangre hasta que un gusano se alce con la victoria.

La manera en la que se ha enfocado la obra tras este gran cambio es muy sencilla: es como Worms de toda la vida, pero sin turnos. No obstante, la manera de moverte por el escenario también ha cambiado y se ha adaptado al nuevo estilo de juego más veloz. Tu gusano ahora repta más rápido, salta con la potencia de un jaguar y puede hacerse una bola para rodar tan rápido como Sonic, pero más mortífero y con una voz más de pito que este, eso sí. Todo esto significa que Worms es ahora mucho más caótico que nunca antes; créeme, las partidas de 32 jugadores acaban en menos de 10 minutos por la carnicería que se crea que en ellas.

Habiendo dicho todo esto, cabe apuntar que el escenario no se puede destruir ni se va modificando a lo largo de la partida, probablemente porque no es necesario, ya que el título es de por sí bastante frenético. Es curioso que esto se eche en falta, sobre todo teniendo en cuenta que el juego está diseñado en 2D como la mayoría de sus predecesores tanto antiguos como modernos, pero esta vez desatar un apocalipsis para destruir el mapa será lo último que te preocupe, ya que tendrás a otros seis gusanos acribillándote por todos lados a cada segundo de la partida.

Algunas de las armas más queridas por la comunidad también están de vuelta, y, aunque la mayor parte de objetos son nuevos debido a la necesidad de adaptarse a este modo de juego, no echarás en falta en combate el Lanzaovejas, la Bomba plátano, el Bate de béisbol o la Granada sagrada. Las armas nuevas como el Revólver, la Escopeta o la Ametralladora entre otras cuentan con un diseño un tanto diferente a lo que te esperas, ya que disparan más rápido y tienen cargadores más amplios, y normalmente en combate tendrás que mantener apretado el gatillo hasta que tu rival no sea más que cenizas de gusano. Sin embargo, esto no es algo tan sutil como era empujarlo hacia una tumba acuática.

"Es liviano, fácil de manejar y dominar, el apartado gráfico y el sonoro son una delicia, las oportunidades de personalización son muy amplias y divertidas..."

El modo de battle royale (Último gusano en pie) es una locura desde el principio, ya que teniendo en cuenta que los mapas son más bien pequeños, la mayoría de las partidas están llenas de acción desde que empiezan hasta que mueres o te haces con la victoria. Una buena alternativa para disfrutar la experiencia que ofrece Worms Rumble sin que te sientas asfixiado cada vez que juegas al battle royale es el modo Partida a muerte, que básicamente es un todos contra todos. En este hay un contador de tiempo y, mientras dure la partida, simplemente tendrás que aniquilar todos los gusanos que puedas. Al morir volverás a reaparecer, y, cuando el tiempo se acaba, se decide un ganador. Es un modo súper divertido y creo que refleja más fielmente que el battle royale el potencial que Worms Rumble ofrece.

Eso sí, no sería Worms de verdad sin poder juguetear un poco con tontadas a la hora de personalizar los gusanos. Worms Rumble cuenta con un amplio abanico de artículos estéticos que puedes conseguir a base de jugar, ya que todos se pueden desbloquear al ir subiendo el nivel de tu cuenta, o también se pueden adquirir mediante pagos con la divisa del juego, que también se puede conseguir dentro del juego. Así que, si te apetece que tu gusano sea morado, tenga un solo diente, lleve un sombrero de vaquero, bufanda y tenga los ojos color naranja chillón, tus deseos serán órdenes, pero macho, ten un poquito de respeto por la pobre criatura, ¿no?

Una cosa que de la que me gustaría hablar un poco es la manera en la que Worms Rumble se adapta a la nueva tecnología que ofrece el DualSense de PS5. La vibración háptica hace que el juego resulte más vivo, y los distintos niveles de resistencia de los gatillos a la hora de disparar cada arma gracias a la nueva tecnología adaptativa le da un montón de personalidad al título. Todos los beneficios que tiene el DualSense no pasaban para nada desapercibidos a la hora de jugar, y, obviamente, aquellos que lo jueguen en PC y PS4 no podrán disfrutar de este pequeño lujo que tan bien se ha diseñado en PS5.

Personalmente, creo que Worms Rumble es una obra muy divertida a la que echarle unas cuantas horas. Es liviano, fácil de manejar y dominar, el apartado gráfico y sonoro son una delicia, las oportunidades de personalización son muy amplias y divertidas, y, sobre todo, tiene eso que hace de Worms una franquicia impresionante: su extravagancia. Sin embargo, después de pasar pegado a la pantalla un buen tiempo, me puedo imaginar el futuro que le espera.

El battle royal, el modo sobre el que gira, es el menos divertido de todos los que hay disponibles actualmente, lo que significa que seguramente te pases el tiempo jugando a Partida a muerte una y otra vez. Esto no es algo necesariamente negativo, el caso es que hay muy pocos juegos en los que te puedes pasar horas haciendo lo mismo sin aburrirte. Asimismo, esta vez las armas son menos divertidas, ya que se han tenido que adaptar a la nueva velocidad del título, y esto, junto a que algunas de las armas más clásicas no se han incluido, puede ser un chasco para los más veteranos de la franquicia.

Creo de verdad que si lo que buscas es un videojuego sencillo, fácil de entender y entretenido, Worms Rumble es un título fantástico tanto para jugar por tu cuenta como con amigos. Sin embargo, también pienso que se ha perdido parte del emblemático encanto tan propio de Worms, y que Team17 se ha pasado a la hora de intentar modernizar la franquicia. Sí, los cambios normalmente suelen ser buenos, pero como alguien que creció jugando a Worms y disfrutando de todo lo que estos títulos ofrecían en sus tiempos, no puedo evitar sentir que esto significa el fin de una época más que el comienzo de una nueva. Sea cual sea tu opinión, pegarle un buen porrazo a otro gusano con un bate de béisbol nunca pasa de moda (y además puedes probarlo este mes con PS Plus para PS4).