Análisis de WWE 2K Battlegrounds

Cualquiera diría que, durante la última década, el objetivo pricipal de los estudios a cargo de los juegos basados en WWE ha sido erradicar minuciosamente el factor diversión para convertirlos en simuladores precisos del circo de Smackdown. Tanta energía y tanto esfuerzo derrotacho para que puedas crearte tus propias entradas en escena, en lograr que se puedan poner mesas unas encimas de otras para lanzar al personaje desde las alturas y en ropas, que se les ha olvidado el gameplay.

Es muy cierto que lo que hace divertido a la WWE por la tele, o lo que lo hacía antes de la decadencia terrible de los últimos meses, eran el show, las tramas de enfrentamiento, la tragicomedia y la espectacularidad de las entradas, los juegos han perdido su capacidad de entretenimiento. Un modelo que tocó fondo con WWE 2K20, prácticamente injugable y que se puede resumir en frustración, bugs y aburrmiento a precio de novedad.

Por suerte, las cosas van a cambiar. Primero se marchó Yuke's del proyecto y después 2K Sports decidió cancelar la entrega anual a la vista de lo poco que puso sacar Visual Concepts de la franquicia en tan solo unos meses de trabajo. Han dicho que se va a tomar un año de descanso, aunque yo creo que van a ser más, pero ese es otro tema. Porque eso no significa que no haya lucha libre; lo que han hecho ha sido subcontratar una versión más ligera y centrada en la diversión, algo que ya ha funcionado en otras ocasiones como con WWE All Stars de 2011.

Esa propuesta ya ha llegado y se llama WWE 2K Battlegrounds. Un juego que tiene más en común con los de lucha que los de WWE 2K de toda la vida, en el que literalmente todo está exagerado y se mezclan profesionales de hoy en día con las estrellas históricas. Cuenta con viñetas estilo cómic una historia muy graciosa en la que el manager Paul Heyman viaja por todo el mundo en busca de los luchadores más fuertes. Este formato te da la oportunidad de ir probando varios personajes, que siempre es enriquecedor, aunque también deja al descubierto sus carencias.

Solo hay cinto tipos de luchadores y muchos son prácticamente idénticos a los mandos. Son más de 70 personajes, pero la lista ha sido inflada a base de los mismos modelos con un cambio de car. Y, lo que es peor, tampoco han nada de profundidad. Las partidas van de repetir los mismos ataques una, otra y otra vez hasta lograr cargar una barra de súper y así ejecutar el ataque especial demoledor. La situación es aún más lamentable luchando contra la CPU, que no contra la IA porque aquí de inteligencia no hay nada. De verdad, puedes ganar haciendo el mismo movimiento sin parar, no te hace falta aprender nada.

Da la sensación de que WWE 2K Battlegrounds ha sido creado en tiempo récord con cierta efectividad. Por fuera es atractivo y aparentemente está bien diseñado y planteado, pero una vez que te pones a jugarlo y entiendes lo que ofrece descubres que está prácticamente hueco. Por ejemplo, al empezar los duelos, los wrestlers aparecen de la nada y se quedan ahí escuchando su tema medio minuto sin más. Al estar tan vacío de contenido, de poco sirve que haya un buen repertorio de modos de juego porque no se puede sacar jugo a ninguno, entre ellos los imprescindibles como la Royal Rumble. Y técnicamente no es el desastre de los últimos años pero también tiene varios defectos menores.

Casualmente hay un aspecto en el que parece que sí han gozado de tiempo de trabajo y ese el que lleva directamente a las microtransacciones. Hay que empezar diciendo que todo se puede conseguir jugando, sin pagar un duro, pero hay como 40 luchadores para desbloquear y sacarlos todos por esta vía requiere muchísimas horas a los mandos. Que son muchas menos pasando por caja. Puedes gastarte mucho dinero comprando cosas, tantas que hay que veces que parece un free-to-play. Pero no, este tiene un precio de venta de 40 euros. Sabemos por sus cuentas anuales que el modelo les está saliendo bien, pero yo creo que 2K Sports debe empezar a plantearse ya lo que está haciendo con sus juegos deportivos.

Que en el fondo te puedes pasar unos ratos entretenidos con WWE 2K Battlegrounds si tienes unos acompañantes con los que exprimirlo, pero en el momento en el que todo empieza a hacerse notar que le falta profundidad, variedad y algo de sentido se queda en un machacabotones sin sustancia. Y es una pena porque el diseño y la idea de un party game de wrestling que no sea tan exigente están geniales. Falta tiempo de trabajo y sobran microtransacciones, es todo lo que se puede decir de él.